Un ataque contra un edificio de viviendas en la ciudad de Dnipro, en el este de Ucrania, dejó el sábado al menos 21 muertos y 27 heridos, según las autoridades, mientras el presidente arremetía contra el “terror” ruso.
El gobernador de Dnipropetrovsk, Valentyn Reznichenko, añadió que “27 personas resultaron heridas. Entre ellas hay seis niños. Todos están en el hospital”.
El ataque alcanzó la entrada de un edificio de nueve plantas, convirtiendo varios pisos en escombros humeantes.
“¡Memoria eterna a todas las vidas arrebatadas por el terror ruso! El mundo debe detener este mal”, reaccionó en las redes sociales el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky. “Continúa la retirada de escombros en Dnipro... estamos luchando por cada persona, por cada vida”, añadió el mandatario.
El ataque intencional contra la población civil, comoe l bobardeo deliverado de un edificio de viviendas, es un crímen de guerra.
El alcalde de Dnipro, Borys Filatov, informó en un mensaje en Facebook que retirar los escombros llevará toda la noche y agregó que toda la zona se ha quedado sin electricidad y desconectada de las redes.
lEl Gobierno de Zelensky, las potencias occidentales y los organismos de derechos humanos acusan a las tropas de Putin de haber cometido al menos 22 de los crímenes y violaciones graves de las leyes y costumbres aplicables en los conflictos armados internacionales que aparecen en el artículo 8 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional: homicidio intencional, tortura o trato inhumano, destrucción y apropiación extensivas de bienes, privar deliberadamente a un prisionero de guerra de los derechos a un juicio justo, deportación de menores, confinamiento ilegal, toma de rehenes, dirigir intencionalmente ataques contra la población civil, dirigir intencionalmente ataques contra objetivos civiles, dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material, unidades o vehículos que participen en una misión de asistencia humanitaria, lanzar intencionalmente un ataque a sabiendas de que causará muertos o heridos civiles, atacar o bombardear ciudades, pueblos, viviendas o edificios que no estén defendidos y que no sean objetivos militares, matar o herir a un combatiente que se haya rendido, el traslado, directo o indirecto, de su propia población civil al territorio que ocupa, dirigir intencionalmente ataques contra edificios dedicados a la religión, la educación, el arte, la ciencia o fines benéficos, monumentos históricos, hospitales y lugares donde haya enfermos y heridos, destruir o apoderarse de los bienes del enemigo, saquear una ciudad o un lugar, emplear veneno o armas envenenadas, cometer actos de violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, dirigir intencionalmente ataques contra edificios, material, unidades y transportes médicos y utilizar intencionalmente la inanición de civiles como método de guerra privándoles de los objetos indispensables para su supervivencia.
Tambíen las administraciones militares regionales de Kharkiv y Lviv informaron de impactos de misiles contra instalaciones de la infraestructura crítica.
Asimismo, las respectivas administraciones militares informaron de la activación de los sistemas de defensa antiaérea en las regiones de Mykolaiv y Odessa.
En un mensaje el Telegram, el primer ministro ucraniano, Denys Schmyhal, afirmó que “los ataques con misiles de hoy contra ciudades ucranianas son una prueba más de que Rusia es terrorista y no tiene cabida en el mundo civilizado”.
Se refirió a los impactos de misiles en Dnipro y en infraestrcturas críticas en otras regiones y destacó que las “heroicas fuerzas de defensa aérea siguen derribando la mayoría de los objetivos enemigos, salvando así la vida de miles de personas”. ”Nunca olvidaremos ni perdonaremos el dolor que los bárbaros rusos han traído a nuestra tierra. El rastro sangriento perdurará en Rusia durante generaciones. El castigo por estos actos será inevitable”, agregó.
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