Un total de siete aviones y tres buques militares chinos realizaron incursiones en las últimas horas de este jueves en áreas alrededor de Taiwán, informó el Ministerio de Defensa de la isla, que el pasado miércoles había anunciado la detección de otros 15 aeroplanos y cuatro barcos procedentes de China.
La cartera notificó en la red social Twitter que dos de los aviones chinos cruzaron la línea media del Estrecho de Formosa, frontera no oficial tácitamente respetada por Taipéi y Beijing en las últimas décadas, pero que ha sido cruzada en los últimos meses por fuerzas chinas mediante este tipo de irrupciones.
Las expediciones se produjeron entre las 06.00 hora local del jueves y a las 06.00 del viernes.
Un caza SU-30 y un avión de reconocimiento BZK-005 del Ejército chino fueron los aeroplanos que sobrepasaron la línea media.
Según el Ministerio, las fuerzas armadas de la isla vigilaron la situación con patrullas aéreas de combate y navales y con sistemas de misiles en tierra para ahuyentar a los aviones chinos de la Zona de Identificación Aérea (ADIZ) taiwanesa, la cual no está definida ni regulada por ningún tratado internacional y no equivale a su espacio aéreo.
El pasado 26 de diciembre, Taipéi denunció la presencia de 71 aviones chinos en las inmediaciones de la isla, en un despliegue aéreo de una escala sin precedentes en torno a Taiwán.
Recientemente, Taipéi anunció que alargaría a partir de 2024 el servicio militar obligatorio para hombres, que en la actualidad es de cuatro meses, hasta un año, “ante el avance del autoritarismo chino”, explicó la presidenta, Tsai Ing-wen.
Taiwán se considera un territorio soberano con Gobierno y un sistema político propio bajo el nombre de República de China desde el final de la guerra civil entre nacionalistas y comunistas en 1949, pero Beijing mantiene que es una provincia rebelde e insiste en que retorne a lo que denomina patria común.
La isla es, además, uno de los mayores motivos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de un eventual conflicto bélico con Beijing.
La visita al territorio el pasado agosto por parte de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, irritó profundamente al régimen chino, que respondió con sanciones económicas y con el anuncio de maniobras militares en las aguas que rodean Taiwán, movimientos que fueron descritos por Taipéi como “un bloqueo” y que llevaron la tensión en el Estrecho a niveles inéditos en décadas.
Recientemente, Taipéi anunció que alargaría a partir de 2024 el servicio militar obligatorio para hombres, que en la actualidad es de cuatro meses, hasta un año, “ante el avance del autoritarismo chino”, explicó la presidenta, Tsai Ing-wen.
Asimismo, otros tres militares activos han sido puestos en libertad bajo fianza, después de que todos ellos fueran interrogados, según ha informado la agencia de noticias de Taipei CNA.
El militar retirado, con cargo de capitán, habría comenzado a hacer negocios con China después de dejar la Fuerza Aérea en 2013. Posteriormente, según los fiscales, habría sido reclutado para servir como espía para el gigante asiático, gracias a sus conexiones con el Ejército.
Según las pesquisas, el capitán habría reclutado a seis oficiales y presuntamente recibido numerosas recompensas económicas a través de una empresa ficticia.
(Con información de EFE)
Seguir leyendo: