La Policía ucraniana ha asegurado que ha localizado hasta 25 instalaciones utilizadas para torturar a prisioneros por las fuerzas rusas en la región de Kharkiv recientemente recuperada por Ucrania. En estos campos de prisioneros se torturaba a civiles que estaban retenidos en condiciones inhumanas, según ha explicado el jefe de la Policía en la zona, Volodimir Timoshko. Algunos prisioneros fueron sometidos a descargas eléctricas y a otros se les rompían los dedos, ha asegurado.
La región de Kharkiv ha estado bajo control de las fuerzas rusas desde el inicio de la invasión de febrero hasta principios de septiembre, cuando fuerzas ucranianas forzaron su retirada en una contraofensiva. Desde entonces se han localizado 920 cadáveres de civiles, incluidos los de 25 niños, según Timoshko, que ha asegurado que fueron asesinados por los soldados rusos.
La investigación ucraniana apunta a que las fuerzas rusas también han cometido crímenes de guerra en otras zonas ocupadas, como Bucha, a las afueras de Kiev, donde se hallaron más de 400 cuerpos, la mayoría fallecidos por muerte violenta.
En septiembre las autoridades ya habían denunciado que las tropas rusas habrían organizado campos de tortura en la ciudad de Balaklia después de que Ucrania recuperó la localidad en los últimos días tras su contraofensiva en el este del país.
Así lo ha expresó el jefe del Departamento de Investigación de la Policía Nacional ucraniana en Kharkiv, Sergei Bolvinov, en un comunicado, en el que señaló la evidencia de que el Ejército ruso habría utilizado los sótanos de algunos edificios como prisión y como lugar para torturar a ciertos lugareños.
“Durante la ocupación, los rusos siempre mantuvieron cautivas al menos a 40 personas, alimentándolas dos veces al día y sin nada más. Estaban buscando a través de colaboradores locales a aquellos que sirvieron o tenían familiares en los servicios secretos ucranianos”, detalló Bolvinov.
Asimismo, los militares rusos habrían estado buscando a personas que hubieran ayudado al Ejército ucraniano en el frente, según el jefe del Departamento de Investigación de la Policía en Kharkiv.
“En el caso de que dejaran salir a mucha gente y no hubiera ninguna nueva, agarraban a la gente en la calle cerca de la estación de Policía. Un hombre estuvo en prisión durante 46 días porque las tropas rusas encontraron una foto de su hermano con un uniforme militar ucraniano”, añadió Bolvinov, detallando que la tortura con electricidad era una de las más “suaves” que llevaban a cabo los militares rusos.
En noviembre, además, la Inteligencia ucraniana descubrió en Kherson, ciudad recientemente liberada, otra cámara de tortura donde las tropas rusas habrían interrogado y extorsionado a los ucranianos locales que se negaron a colaborar con Rusia durante su ocupación.
“Los racistas (en alusión a Rusia) mantuvieron allí en condiciones inhumanas a los patriotas locales que se negaron a cooperar con el enemigo”, dice el informe presentado por los servicios secretos ucranianos, que alerta que en la sala se encontraron objetos que “indican directamente signos de tortura”.
(Con información de EP)
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