La Organización Mundial de la Salud (OMS) se reunió este viernes con dirigentes chinos para tratar la situación del COVID-19 y pedir transparencia en el intercambio de datos sobre la nueva ola de contagios en el gigante asiático.
“Una reunión de alto nivel tuvo lugar el 30 de diciembre entre la OMS y China sobre la actual ola de casos”, indicó esta agencia de la ONU en un comunicado.
“La OMS pidió un intercambio constante y en tiempo real de los datos epidemiológicos, así como de los datos de vacunación, especialmente de la población vulnerable y de más de 60 años”, añadió.
Este encuentro tuvo lugar después de que el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, criticara la falta de información proporcionada por parte de las autoridades chinas.
“En ausencia de información completa de China, es comprensible que los países de todo el mundo estén actuando de formas que creen que pueden proteger a sus poblaciones”, dijo el jefe de la OMS en Twitter.
Según la OMS, responsables de la Comisión de Salud china, con unas funciones parecidas a las de un ministerio, les aportaron datos sobre la estrategia para controlar y frenar la propagación del virus e incentivar la vacunación en el país.
La agencia de la ONU “recordó la importancia de la vacunación y de los inmunizantes que protegen de las formas graves y de la muerte a la población vulnerable”.
También “pidió a China que refuerce el control de la secuenciación del virus”.
El encuentro se produjo el mismo día en que Francia, Reino Unido, España, Israel y Corea del Sur anunciaron que exigirán test COVID-19, con un resultado negativo, a todos los viajeros procedentes de China.
Esos cinco países se sumaron a Estados Unidos y a varias naciones europeas y asiáticas, que adoptaron medidas similares desde que China levantó repentinamente a inicios de mes todas las restricciones sanitarias para controlar la pandemia.
Estos países temen que la amplia circulación del virus en el gigante asiático favorezca la aparición de nuevas variantes.
La decisión del régimen chino de pasar de una política extremadamente restrictiva, llamada “COVID cero”, a flexibilizar casi totalmente sus medidas para controlar el coronavirus desató una ola de contagios masiva que colapsa los hospitales y crematorios del país, aunque el gobierno de Xi jinping busca esconder las cifras de muertes a causa de la pandemia.
Además, Beijing liberó totalmente los viajes, lo que obliga a otros países a tomar medidas para chequear el estado de salud de miles de personas que llegan desde el país asiático para evitar una nueva propagación del coronavirus en sus territorios. La situación es similar a la del comienzo de la pandemia.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) consideró sin embargo que esas pruebas son “injustificadas” en la Unión Europea (UE), dado el nivel de inmunidad de la población del bloque y la presencia de las mismas variantes de covid que en China.
(Con información de AFP)
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