Pese a la brutal represión de las fuerzas de seguridad iraníes, continúan las protestas en el país persa. Un grupo de manifestantes se movilizó este viernes en el agitado sureste de la nación con fuertes consignas contra el líder supremo Ali Khamenei.
Desde mediados de septiembre se han producido manifestaciones en todo el país contra la cúpula clerical, tras la muerte en prisión de la joven kurda iraní Mahsa Amini, de 22 años, detenida por llevar un “atuendo inapropiado” según el estricto código de vestimenta islámico para las mujeres.
“Muerte al dictador, muerte a Khamenei”, coreaban los manifestantes en referencia al líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, en un video difundido en las redes sociales desde Zahedan, capital de la provincia de Sistan-Baluchistan. Imágenes que la agencia Reuters no pudo verificar.
En esta empobrecida provincia vive la minoría baluch de Irán, compuesta por unos dos millones de personas, que, según grupos de derechos humanos, ha sufrido discriminación y represión durante décadas.
Algunos de los peores disturbios de los últimos meses se han producido en zonas donde residen grupos étnicos y religiosos minoritarios que llevan mucho tiempo enfrentados con el Estado, como en Sistan-Baluchistan y en las regiones kurdas.
Las protestas, en las que manifestantes de todas las clases sociales han pedido el fin de la teocracia gobernante en Irán, han supuesto uno de los mayores desafíos para la República Islámica, gobernada por musulmanes chiíes, desde la revolución de 1979.
Un grupo de derechos humanos denunció que al menos 100 manifestantes que se encuentran detenidos se enfrentan a posibles condenas a muerte.
Días atrás, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, afirmó que las autoridades “no tendrán piedad” con los “enemigos”, entre quienes ha citado a los participantes en las manifestaciones antigubernamentales.
“Los brazos de la nación están abiertos a los que fueron engañados, pero no mostrará piedad con los traidores”, afirmó, antes de agregar que la situación que atraviesa el país es “una guerra entre facciones”.
Asimismo, declaró que “los enemigos han movilizado sus fuerzas durante los disturbios”, entre ellos “defensores de la monarquía y terroristas de la Organización de los Muyahidín del Pueblo de Irán (PMOI)”, declarada como un grupo terrorista por Teherán.
“Los enemigos han usado todo su poder para evitar el progreso de Irán, pero a día de hoy admiten que todas sus presiones han fallado. El enemigo hace frente hoy a una nación que ha decidido progresar”, manifestó, según informó la agencia iraní de noticias Mehr.
Por su parte, desde que comenzaron las protestas hace más de tres meses, la moneda iraní ha perdido una cuarta parte de su valor y ha caído a mínimos históricos en el mercado no oficial de libre flotación, ya que los desesperados iraníes han comprado dólares estadounidenses y oro para proteger sus ahorros de una inflación del 50%.
El viernes, el nuevo gobernador del banco central del país, Mohammad Reza Farzin, declaró a la televisión estatal que el banco intervendría en el mercado de divisas para apoyar al rial.
“La tasa de cambio (actual) está distorsionada (...) y, por supuesto, intervendremos en el mercado libre”, declaró Farzin, que fue nombrado el jueves.
Por otra parte, un grupo de derechos humanos afirmó que al menos 100 manifestantes detenidos en Irán se enfrentan a posibles condenas a muerte.
Con información de Reuters y AFP
Seguir leyendo: