Los trabajadores ferroviarios y los de control fronterizo secundan este miércoles una nueva ola de huelgas en el Reino Unido en demanda de mejoras salariales, después de que otros sectores tengan planeadas también medidas de fuerza esta semana.
La alteración en los servicios de trenes continúa hoy y mañana, lo que dificulta el desplazamiento de mucha gente que vuelve al trabajo tras la Navidad o los que quieran aprovechar las rebajas de esta semana en los comercios británicos.
Como en huelgas anteriores, el sector ferroviario reclama un incremento salarial del 7% para afrontar el elevado coste de la vida, pero la empresa Network Rail solo ha ofrecido un 5% de aumento.
Unos mil trabajadores de la fuerza de frontera acuden desde hoy y hasta este sábado al paro en reclamo de aumento salarial, algo que afecta a los aeropuertos londinenses de Heathrow y Gatwick, así como los de Birmingham (centro de Inglaterra), Manchester (norte de Inglaterra), Cardiff (Gales) y Glasgow (Escocia).
Para evitar el caos en las terminales aéreas, las autoridades británicas han desplazado a personal militar y funcionarios para hacerse cargo del control de los pasaportes.
Este desplazamiento evitó largas colas en el control de inmigración en las huelgas que este sector secundó entre el 23 y el 26 de diciembre.
Estos trabajadores han advertido de más huelgas en 2023 si no hay aumento de sueldo, después de que rechazaran una oferta de mejora salarial del 2% frente al 10% que pedían.
Asimismo, los encargados de examinar a los nuevos conductores de vehículos van esta semana al paro.
Esto afectará a unos 71 centros donde se hacen estos exámenes en Inglaterra, después de reclamar un incremento salarial del 10%, pero que el Gobierno ha rechazado.
Los empleados encargados del mantenimiento en las autopistas irán, por su parte, a la huelga este viernes, mientras que algunas líneas de autobuses lo harán el sábado.
(Con información de EFE)
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