La Guardia Revolucionaria de Irán detuvo este domingo a siete personas que protestaron contra el régimen, algunos de ellos con doble nacionalidad y a las que la teocracia vincula con una red del Reino Unida, una práctica habitual para culpar a “agentes externos” por las masivas manifestaciones que suceden en ese país desde septiembre último.
El cuartel Sarollah de los Guardianes de la provincia de Kerman, explicó en un comunicado que los “elementos del Reino Unido” formaron y dirigían directamente la citada red llamada “Zagros” que habían formado mediante los contrarrevolucionarios y con el objetivo de dirigir y guiar “complot subversivos”, especialmente durante los recientes disturbios.
“Fueron detenidos siete de sus principales elementos y líderes que estaban dentro del país y participaron en la planificación, orientación, producción de contenidos y acciones de campo en los recientes disturbios”, indicó el comunicado publicado por la agencia oficial iraní de noticias IRNA.
El comunicado subraya que “entre los elementos arrestados, había algunos con doble nacionalidad que intentaban escapar del país, pero antes de cualquier acción, fueron capturados y trasladados a la prisión”.
Asimismo la nota agrega que los Guardianes de la Revolución están identificando y persiguiendo a otros elementos internos y externos de esta red.
Las protestas en Irán comenzaron a mediados de septiembre tras la muerte bajo custodia policial de una mujer kurda de 22 años que había sido detenida por llevar mal colocado el velo islámico.
La República Islámica de Irán acusa a “los enemigos” de instigar las protestas, incluido EEUU, el Reino Unido y Arabia Saudí.
En los más de tres meses de protestas han muerto más de 400 personas y al menos 2.000 han sido acusadas de diversos delitos por su participación en las movilizaciones, de las que 2 han sido ejecutados en el presente mes de diciembre.
Condenas a muerte
Al menos 43 personas, incluido el futbolista Amir Nasr-Azadani, se enfrentan a una ejecución inminente en Irán, tras ser condenadas a muerte por las protestas que se han producido en el país en las últimas semanas, informó la cadena CNN.
Para llegar a esta conclusión, el medio estadounidense asegura que ha verificado documentos, videos, testimonios y declaraciones de ciudadanos iraníes, además de datos obtenidos por el grupo activista 1500Tasvir.
Las autoridades iraníes ya han ejecutado a al menos dos personas en relación con las protestas, una de las cuales fue ahorcada públicamente.
Testimonios de testigos y documentos oficiales revisados por CNN y 1500Tasvir muestran evidencias de que se están realizando procesos judiciales de forma apresurada contra detenidos por participar en las protestas e imputados de cargos que podrían conllevar la pena de muerte, condenas a menudo dictadas en una sola sesión.
La cadena señala que la plaza Shahid Alikhani, en la histórica ciudad iraní de Isfahan, se ha convertido en un lugar de peregrinación para los seguidores del destacado futbolista Nasr-Azadani, ya que temen que el joven pueda ser ejecutado allí, donde se ha instalado una plataforma de ejecución.
Nasr-Azadani, que ha defendido públicamente los derechos y libertades de las mujeres en Irán, está acusado de participar en el asesinato de tres oficiales de seguridad, incluidos dos miembros voluntarios de la milicia Basij, durante las protestas en Isfahan del pasado 16 de noviembre, según la agencia estatal iraní IRNA.
Según los medios estatales, el presidente del Tribunal Supremo de la ciudad, Asadullah Jafari, dijo que Nasr-Azadani había sido acusado de protagonizar disturbios contra las autoridades y, según el código penal de Irán, la sentencia puede conllevar la pena de muerte.
La CNN indica además que en sus investigaciones han encontrado datos que señalan que los prisioneros del régimen persa han sido sometidos a tortura y agresión sexual.
(Con información de EFE)
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