La inflación japonesa en noviembre alcanzó el 3,7%, la cifra más alta en 41 años

El dato supone el decimoquinto mes consecutivo de incremento del indicador, que excluye los precios de los alimentos frescos por su alta volatilidad. El encarecimiento energético volvió a ser el más notable y el principal impulsor de la suba

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La gente se abre paso
La gente se abre paso en un distrito comercial de Tokio, Japón, el 23 de diciembre de 2022. REUTERS/Kim Kyung-Hoon

El índice de precios al consumo (IPC) en Japón subió un 3,7% en noviembre, su mayor incremento en 41 años, en medio de la persistente alza inflacionista global por el encarecimiento de la energía y de las materias primas.

El dato publicado este viernes por el Ministerio del Interior y Comunicaciones japonés supone el decimoquinto mes consecutivo de incremento del indicador, que excluye los precios de los alimentos frescos por su alta volatilidad, y marca el mayor alza de precios en el país desde diciembre de 1981, cuando el IPC subió un 4,3%.

El incremento de noviembre viene precedido por una subida del IPC del 3,6% en octubre y del 3% en septiembre, manteniéndose por encima del objetivo del 2% planteado por el Banco de Japón (BoJ).

Con respecto al mes anterior, el índice aumentó un 0,4%.

Una farmacia en Tokio, Japón,
Una farmacia en Tokio, Japón, 21 de octubre de 2022. REUTERS/Kim Kyung-Hoon/Archivo

El encarecimiento energético volvió a ser el más notable y el principal impulsor de la subida de precios en el undécimo mes de 2022, con una subida del 13,3% interanual.

En concreto, el precio de la electricidad aumentó el mes pasado un 20,1% con respecto al año previo, el del gas se incrementó un 21% y el de otros combustibles se encareció un 5,5%.

La inflación subyacente, que excluye el precio de la energía y los alimentos por su alta volatilidad, fue del 2,8% con respecto al mismo mes del año anterior y del 0,3% con respecto al mes previo.

Un empleado de una tienda
Un empleado de una tienda sostiene una pancarta para atraer clientes en Tokio, Japón. REUTERS/Issei Kato/Archivo

El banco central japonés está poniendo especial énfasis en la importancia que la inflación subyacente tiene a la hora de indicar cuál es la presión inflacionaria real que está experimentando la tercera economía mundial, sobre todo la derivada de la demanda y no de factores externos como el encarecimiento de los combustibles.

La entidad, que acometió en su última reunión mensual de esta semana un leve endurecimiento de sus medidas al aumentar el margen de cotización de los rendimientos de los bonos a 10 años, se resiste a subir los tipos de interés, argumentando que la inflación actual no se debe a los factores estables que busca.

Los inversores de la Bolsa de Tokio recibieron con desánimo los datos de inflación del país y transcurrida la primera media hora de negociación el índice de referencia, el Nikkei, caía un 1,36%.

(Con información de EFE)

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