El Gobierno de Japón señaló este jueves que está investigando la posible presencia en su territorio de las supuestas comisarías clandestinas de China, cuya existencia ha denunciado la ONG con sede en España Safeguard Defenders.
Las autoridades niponas se encuentran “recopilando y analizando la información”, según dijo en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo, Hirokazu Matsuno, al ser preguntado por los medios sobre el tema.
“Por ahora, es extremadamente importante que Japón muestre su clara postura a China de que sería inaceptable que hubiera actividades que vulneren nuestra soberanía”, dijo Matsuno, quien añadió que Japón “tomará todas las medidas necesarias mientras se clarifica la situación”.
“Tomaremos todas las medidas necesarias para aclarar la situación”, añadió.
Desde que Safeguard Defenders anunció por primera vez en septiembre la existencia de 54 de estas llamadas “comisarías 110″ (bautizadas así por la ONG de acuerdo al número de teléfono para llamar a la policía en China) en diversos países, el grupo ha denunciado que hay otras 48 adicionales, algunas de las cuales estarían en Japón.
Estas comisarías supuestamente están destinadas a realizar un seguimiento de residentes chinos en al menos 53 países y en ocasiones a tratar de repatriar a algunos de ellos, según la citada ONG.
Safeguard Defenders asegura que a través de estas comisarías las autoridades de Pekín han ayudado a “persuadir” a unos 230.000 ciudadanos chinos en el exterior, muchos acusados de fraude, para que retornen a su países de origen.
El Gobierno chino ha negado tajantemente las acusaciones de Safeguard Defenders, asegurando que estas oficinas se han establecido para acelerar todo tipo de trámites burocráticos para sus ciudadanos en el exterior, especialmente por los retrasos que la pandemia ha provocado en la administración pública.
“China siempre se ha adherido al principio de no interferir en los asuntos internos de países extranjeros, ha acatado estrictamente las leyes internacionales y ha respetado la soberanía judicial de cada país”, declaró el jueves el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning. “Las llamadas comisarías chinas en el extranjero simplemente no existen”.
Safeguard Defenders afirmó en un informe de septiembre que la policía de la ciudad china de Fuzhou había establecido una “estación de servicio” en Tokio. El grupo indicó en un informe de seguimiento que la policía de la ciudad china de Nantong tenía otra comisaría de este tipo en algún lugar de Japón.
Las autoridades surcoreanas están investigando presuntas actividades similares en ese país, según un informe de la agencia de noticias Yonhap.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores en Seúl declinó hacer comentarios directos sobre el informe, pero añadió: “Nos estamos comunicando con los países relacionados para asegurarnos de que las actividades de las agencias extranjeras en nuestro país respetan nuestras leyes nacionales y las normas internacionales.”
En América Latina, se destacan dos estaciones en Ecuador, una en Quito, capital del país y la otra en Guayaquil. Mientras que en Chile se registra una de estas oficinas en la ciudad costera del Viña del Mar, muy cerca de la capital, Santiago.
En el caso del lado atlántico del cono sur, hay otras tres estaciones, dos en Brasil, situadas en las ciudades de Rio de Janeiro y Sao Paulo, mientras que en la capital argentina, Buenos Aires, también existe la presencia de una de estas comisarías chinas.
(Con información de EFE y Reuters)
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