Es importante que todos los países, incluida China, compartan información con el mundo sobre lo que están experimentando con COVID-19, dijo el jueves el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, mientras algunos expertos en salud han cuestionado si Pekín podría estar ocultando información sobre el alcance de su brote.
Hasta la fecha, China no ha pedido ayuda a Estados Unidos con el COVID-19, dijo Blinken a los periodistas en una conferencia de prensa, y agregó que Washington está preparado para brindar ayuda a cualquier país que la solicite.
Beijing ha promovido las exportaciones de vacunas locales que los expertos internacionales en salud consideran menos eficientes que las fabricadas en Estados Unidos.
El secretario de Estado, quien planea una visita a Beijing a principios de 2023, dijo que el interés de Estados Unidos en limitar el brote de COVID en China es tanto humanitario como egoísta.
“Cada vez que el virus se está propagando o se está moviendo, existe la posibilidad de que se desarrolle una nueva variante, y esa variante se propaga aún más. Viene y nos golpea, o golpea a otros países”, dijo.
“Y luego, como hemos visto, hay implicaciones claras para la economía global”, señaló sobre las políticas de covid en China, la economía más grande del mundo después de Estados Unidos.
China, donde el COVID-19 se detectó por primera vez hace tres años, había anunciado una política de cero casos que incluía restricciones estrictas. Pero cambió abruptamente de rumbo a principios de este mes luego de crecientes protestas.
Es probable que China esté registrando diariamente 1 millón de contagios por COVID y 5.000 muertes por el virus mientras lidia con lo que se espera que sea el brote más grande hasta ahora en todo el mundo, según un nuevo análisis.
La situación podría empeorar aún más para el país de 1.400 millones de habitantes. La tasa de casos diarios de la ola actual podría elevarse a 3,7 millones en enero, según Airfinity Ltd., una firma de investigación con sede en Londres que se enfoca en análisis predictivos de salud y que ha estado monitoreando la pandemia desde sus inicios. Es probable que luego se produzca otro aumento en las cifras de casos que llevaría el máximo diario a 4,2 millones en marzo, estimó el grupo.
Su modelo de la magnitud y el daño del brote en China, que utiliza datos provinciales, muestra que el impacto que ha tenido el abrupto alejamiento de la estrategia china Covid Zero supera con creces los registros que mantiene el Gobierno.
Oficialmente, China reportó 2.966 nuevos casos para el miércoles y ha habido menos de 10 muertes por covid desde principios de diciembre. Pero esa información contrasta con un número cada vez mayor de reportes sobre hospitales que están colapsados con pacientes y crematorios que están trabajando con su capacidad totalmente sobrepasada.
Los cambios en la forma en que el Gobierno informa las cifras del virus también son un factor. China ha cerrado en gran medida su vasta red de cabinas para pruebas y ha dejado de incluir todas las infecciones en el recuento diario, lo que hace que la ciudadanía dependa de las pruebas rápidas sin la obligación de informar los resultados.
Estos cambios significan que “es poco probable que los datos oficiales sean un fiel reflejo del brote que se está viviendo en todo el país”, señaló en un comunicado Louise Blair, encargada de vacunas y epidemiología de Airfinity. “Este cambio podría minimizar el alcance de las muertes observadas en China”.
(Con información de Reuters y Bloomberg)
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