Los equipos de emergencia de Malasia recuperaron este jueves cuatro cadáveres bajo los escombros tras el alud de tierra que afectó un campo turístico cercano a Kuala Lumpur la semana pasada, por lo que ascienden a 30 los cuerpos recuperados.
El Departamento de Bomberos y Rescate, ubicó los cuerpos de dos niños, una mujer adulta y un hombre adulto, según ha podido saber el periódico malasio The Star.
Los equipos de emergencia continúan la búsqueda de otros tres desaparecidos por el alud que consumió el campin Father’s Organic Farm, situado en Batang Kali, a unos 40 kilómetros de Kuala Lumpur, y que no tenía permiso para servir de lugar de acampada.
El masivo deslizamiento de tierra se produjo a las 2:24 de la madrugada del viernes desde una ladera a unos 30 metros de altitud, afectando unos 450.000 metros cuadrados de tierra del campin, ubicado en una zona boscosa de colinas de Malasia.
Con cascos, palas y otros materiales, los rescatistas trabajaron en equipos para revisar escombros a una profundidad de hasta ocho metros. Se emplazaron excavadoras y algunos usaban perros para detectar posibles indicios de vida o cadáveres. Funcionarios dijeron que aproximadamente 450.000 metros cúbicos de escombros —suficientes para llenar 180 piscinas olímpicas— cayeron sobre el campamento
Los rescatistas, que peinan el terreno fangoso, excavaron este miércoles hasta alcanzar el cuerpo de un hombre que todavía abrazaba a su perro, contó a la agencia de noticias AFP el subdirector de operaciones del departamento de incendios y rescate del estado de Selangor, Hafisham Mohamad Noor.
En la noche del martes, se recuperó el cuerpo sin vida de una niña. El jefe de la policía local, Suffian Abdullah reveló que la pequeña tenía entre seis y diez años y que se encontró a cinco metros bajo tierra.
“Cuando la encontramos, la víctima iba vestida con pantalones de color rosa y camiseta de dormir”, afirmó Abdullah en rueda de prensa.
Entre los 26 fallecidos, se contabilizan 8 niños.
Según las autoridades, más de 90 personas, la mayoría de ellas durmiendo, se encontraban en el lugar cuando fueron sorprendidas por el corrimiento, de las que más de 60 fueron encontradas a salvo o rescatadas.
Las causas del incidente hasta el momento son desconocidas, aunque el país se encuentra en plena temporada de monzón, que ya ha obligado el desplazamiento de más de 70.000 personas.
En sus relatos a la prensa local, los sobrevivientes contaron que antes del siniestro escucharon un ruido atronador y sintieron que la tierra se movía. El gobierno ordenó el cierre de todos los campamentos del país situados cerca de ríos, cascadas y laderas durante una semana para evaluar su seguridad.
El campamento en Batang Kali, es un sitio de recreo popular para instalar tiendas o rentarlas a la granja. Pero las autoridades dijeron que ha estado operando ilegalmente desde hace dos años. Cuenta con permiso para operar la granja, pero carece de licencia para las actividades de campamento. Si es hallado culpable, el operador enfrenta hasta tres años de cárcel y una multa.
(Con información de EFE, AFP y Europa Press)
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