Alemania nacionalizó un proveedor de gas tras recibir el apoyo de Unión Europea

Los ministerios alemanes de Economía y Finanzas dijeron el jueves que el gobierno tiene ahora una participación en torno al 99% en la compañía Uniper. La dirección actual de la empresa energética se mantiene en el cargo

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Los trabajadores se encuentran en un sitio de construcción para una terminal flotante de gas natural licuado (GNL) planificada en el puerto de Wilhelmshaven, Alemania
Los trabajadores se encuentran en un sitio de construcción para una terminal flotante de gas natural licuado (GNL) planificada en el puerto de Wilhelmshaven, Alemania

El gobierno alemán nacionalizó la compañía energética Uniper después de que la Unión Europea diera luz verde al rescate del proveedor de gas, indicaron las autoridades alemanas el jueves.

El gobierno anunció el plan en septiembre dentro de una expansión de la intervención estatal en el sector energético para impedir un desabastecimiento provocado por la guerra de Rusia en Ucrania. El acuerdo ampliaba un paquete de rescate inicial acordado en julio e incluía un incremento de capital de 8.000 millones de euros (8.500 de millones de dólares), financiado por el estado.

Los accionistas actuales de Uniper aprobaron las medidas el lunes. La Comisión Europea, la ejecutiva de la UE, dio su autorización condicional el martes. El gobierno está obligado a reducir su participación al 25% y una acción adicional para 2028, un plazo que sólo puede ampliarse con permiso de la Comisión.

Los ministerios alemanes de Economía y Finanzas dijeron el jueves que el gobierno tiene ahora una participación en torno al 99% en la compañía. La dirección actual de Uniper se mantiene en el cargo.

Uniper estaba controlada hasta ahora por la firma finlandesa Fortum, que tiene al gobierno finlandés como principal accionista.

El logotipo de Uniper en Düsseldorf, Alemania
El logotipo de Uniper en Düsseldorf, Alemania

Antes de la guerra en Ucrania, la compañía compraba en torno a la mitad de su gas en Rusia, que comenzó a reducir sus entregas a Alemania en junio y no ha proporcionado ningún gas al país desde finales de agosto.

Uniper ha sufrido enormes gastos como resultado de esos recortes porque se vio obligada a comprar gas a precios mucho más altos para cumplir sus obligaciones contractuales. El mes pasado anunció que había iniciado un proceso legal para reclamar indemnizaciones a la rusa Gazprom en un tribunal de arbitraje internacional en Estocolmo.

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha cancelado los principales actos públicos previstos para fin de año. Ni discurso sobre el estado de la nación, ni rueda de prensa anual ni ceremonia navideña en el Kremlin. Los reveses en el campo de batalla le han convertido en un mensajero de malas noticias.

Según reconocen en el Kremlin, “Rusia es una fortaleza asediada y Putin es su comandante”, pero la realidad es que los acontecimientos en el frente ucraniano empiezan a influir peligrosamente en la agenda política.

Putin, que no suspendió ninguno de esos eventos durante la pandemia del coronavirus, sólo preside actos donde todo esté controlado hasta el último detalle como una entrega de medallas en el Kremlin o una sesión del Consejo de Estado, un soviet puramente consultivo.

(Con información de AP)

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