El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunirá este miércoles con la plana mayor del Ministerio de Defensa para analizar la situación en el frente ucraniano, hacer un balance de lo ocurrido en 2022 y planificar el próximo, según el Kremlin.
“En la reunión del Centro Nacional de Dirección de Defensa se llevará a cabo un balance del trabajo de las Fuerzas Armadas de Rusia en 2022 y se pondrán las tareas para el año venidero”, indicó la presidencia rusa en un comunicado.
En esta reunión, que se llevará a cabo por video conferencia, participarán los mandos de los distritos militares rusos, las diferentes tropas del Ejército, los jefes de los órganos centrales del mando militar y representantes de los órganos federales del poder ejecutivo.
“En la reunión participarán alrededor de 15.000 militares de las Fuerzas Armadas de Rusia”, añadió el Kremlin.
El informe central de la reunión encabezada por Putin será presentado por el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú.
El ministro “informará sobre la marcha de la operación militar especial, la cantidad de armamento y equipamiento militar que recibieron las tropas en el año que concluye, la construcción de infraestructura militar, los resultados de la gestión internacional de la entidad militar y la protección social de los militares”.
Recientemente, Putin, admitió que la situación en cuatro zonas de Ucrania que Moscú ha declarado parte de Rusia es “extremadamente difícil” y ordenó a los servicios de seguridad que intensifiquen la vigilancia para asegurar sus fronteras y combatir nuevas amenazas.
Los comentarios de Putin en el Día de los Servicios de Seguridad, una fecha celebrada en toda Rusia, se produjeron mientras Kiev renovaba sus peticiones de más armamento después de que drones rusos alcanzaran objetivos energéticos y mientras crece el temor a que Bielorrusia, aliada de Moscú, pueda abrir un nuevo frente de invasión contra Ucrania.
Putin ordenó a los Servicios Federales de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso) que intensificaran la vigilancia de la sociedad rusa y de las fronteras del país para combatir la “aparición de nuevas amenazas” procedentes del exterior y de traidores en el interior.
En ese sentido, dijo que necesitaba “la máxima compostura y concentración de fuerzas” en las operaciones de contrainteligencia de Rusia. El dirigente del Kremlin se dirigió en especial a aquellos agentes de seguridad que viven en “las nuevas regiones de Rusia”.
“La gente que vive allí, los ciudadanos de Rusia, dependen de ustedes, de su protección”, les dijo a las FSB.
Putin, en un inusitado reconocimiento de que la invasión de Ucrania no ha ido sobre ruedas, advirtió de la difícil situación que atraviesan las regiones ucranianas que Moscú decidió anexionarse en septiembre y ordenó a los FSB que garantizara la “seguridad” de las personas que viven allí.
En septiembre, un desafiante Putin procedió a anexionarse una franja de Ucrania —alrededor del 15% del país— en una ceremonia en el Kremlin, pero a principios de este mes dijo que la guerra “puede ser un proceso largo”. La medida de Putin de anexionarse las zonas fue condenada por Kiev y sus aliados occidentales como ilegal.
El lunes, Putin hizo su primera visita a Bielorrusia desde 2019, donde él y su homólogo ensalzaron lazos cada vez más estrechos en una conferencia de prensa a última hora de la tarde, pero apenas mencionaron Ucrania.
Kiev, mientras tanto, buscaba más armas en Occidente después de que drones “kamikazes” rusos atacaran objetivos energéticos a primera hora del lunes.
“Armas, proyectiles, nuevas capacidades de defensa, (...) todo lo que nos permita acelerar el final de esta guerra”, dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en su discurso vespertino.
El alto mando militar ucraniano declaró que sus defensas aéreas habían derribado 23 de los 28 drones —la mayoría sobre la capital, Kiev— en el tercer ataque aéreo ordenado por Moscú en seis días. Rusia ha atacado la red eléctrica ucraniana, provocando apagones en un contexto de temperaturas bajo cero.
(Con información de EFE y Reuters)
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