Crisis institucional en España: en medio de críticas del Gobierno, el Partido Popular realizó un bloqueo inédito de una reforma judicial

El gobierno de izquierdas de Pedro Sánchez lo calificó como un hecho “sin precedentes” desde el final de la dictadura franquista

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Un hombre camina ante el
Un hombre camina ante el Tribunal Constitucional español en Madrid, España (Fernando Sánchez/Europa Press via AP)

El bloqueo inédito de una reforma judicial por parte de la mayoría conservadora de un tribunal clave en España abrió una crisis institucional en el país, que el gobierno de izquierdas calificó como un hecho “sin precedentes” desde el final de la dictadura franquista.

El Tribunal Constitucional aceptó el lunes el recurso de amparo planteado por el opositor Partido Popular (PP, derecha) para paralizar la votación prevista el jueves en el Senado sobre varias resoluciones ya aprobadas la semana pasada por los diputados.

El órgano argumentó que estas disposiciones, incluidas en forma de enmiendas en una extensa reforma del Código Penal, no tenían relación con el texto en conjunto y que la cuestión planteada en el recurso era relevante.

Las disposiciones en cuestión estaban destinadas a desbloquear la renovación de cuatro de los 12 magistrados del Tribunal Constitucional, cuyo mandato expiró a finales de junio.

El gobierno del socialista Pedro Sánchez acusa al PP y a la mayoría conservadora del Tribunal de bloquear la renovación de estos cuatro jueces para impedir que se forme una mayoría progresista en este órgano que es el máximo intérprete de la Constitución.

“Sin precedentes”

La decisión del Tribunal Constitucional es un “hecho grave”, denunció este martes el presidente socialista, Pedro Sánchez, durante una comparecencia con tono solemne.

Pedro Sánchez (REUTERS/Violeta Santos Moura/File
Pedro Sánchez (REUTERS/Violeta Santos Moura/File Photo)

“Por primera vez se impide a los representantes legítimos, democráticamente elegidos por los españoles con su voto, que realicen su función de representación de esa voluntad popular de debate en el Parlamento y de legislación”, continuó.

“Son hechos que no tienen precedentes en la historia democrática de nuestro país”, agregó en referencia al periodo iniciado tras el fin de la dictadura de Francisco Franco en 1975, “pero tampoco de ningún país del espacio institucional europeo”, añadió.

En el mismo sentido, la ministra de Justicia, Pilar Llop, acusó al PP de haber “secuestrado las instituciones democráticas” españolas.

“Sánchez y los suyos presentan como ataque al Parlamento lo que en realidad es una defensa”, lanzó de su lado el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, acusando al ejecutivo de haber tratado de acelerar su reforma sin respetar los procedimientos.

“Le pido al presidente Sánchez que renuncie a modificar el Código Penal a toda prisa”, insistió.

La oposición de derecha acusa a Sánchez de querer controlar la institución imponiendo a jueces que apoyen sus políticas.

“Todos sabemos lo que está detrás de esas dos enmiendas”, criticó la número dos del PP, Cuca Gamarra, en la radio Cadena Cope. “Es la clara intención por parte del presidente del gobierno de, por la puerta de atrás, y al margen del procedimiento, cambiar las reglas del juego (...) para adaptarlas a lo que él le conviene”, lanzó.

Preocupación de la UE

Esta crisis abierta llega tras cuatro años de pulso ente gobierno y oposición sobre la polémica renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), órgano encargado de nombrar a los jueces, entre ellos la mayor parte de los que integran el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo.

Los miembros del CGPJ debían haber sido renovados en 2018, pero todavía no tienen reemplazo debido a la falta de acuerdo entre izquierda y derecha. Ambas deben entenderse, ya que 12 de los 20 integrantes de este órgano deben ser nombrados por la mayoría cualificada de tres quintas partes de las dos Cámaras del Parlamento.

Este bloqueo total complica el funcionamiento de la justicia y ha provocado varios toques de atención desde Bruselas. Cansado de esta crisis, el presidente del propio CGPJ, Carlos Lesmes, presentó su dimisión en octubre.

Aunque aseguró que el gobierno respetará la decisión del Tribunal Constitucional, Sánchez prometió el martes que su “gobierno adoptará cuantas medidas sean precisas para poner fin al injustificable bloqueo del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional”.

La reforma del Código Penal -que incluye medidas destinadas a satisfacer a los aliados catalanes de Sánchez-, podrá votarse el jueves en el Senado, pero sin las enmiendas suspendidas.

En 2020, el gobierno progresista planeó reformar los procesos de renovación del CGPJ, pero ante la preocupación de Bruselas y las acusaciones de que buscaba favorecer el nombramiento de jueces ideológicamente próximos a la izquierda, acabó abandonando la reforma.

(Con información de AFP)

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