El Ejército ruso lanzó esta madrugada un nuevo ataque con drones sobre la ciudad de Kiev y algunos puntos de la región homónima, apenas unas horas después de que las autoridades locales hubieran restablecido el sistema de calefacción destruido en anteriores bombardeos.
“El enemigo está atacando la capital con (drones) Shahed (fabricados en Irán). La defensa antiaérea está funcionando. En este momento, nueve vehículos aéreos no tripulados enemigos han sido derribados en el espacio aéreo de Kiev”, dijo en el inicio de la ofensiva la Administración Militar de la capital ucraniana en su cuenta de Telegram.
Según el medio Ukrainska Pravda, se han registrado dos “poderosas explosiones” en la zona central de Kiev y es posible que los sistemas de defensa antiaérea estuvieran operando para alcanzar los drones rusos.
Esta nueva arremetida rusa se produce luego de que el Kremlin prometió continuar los combates en Navidad.
La administración civil de la capital emitió una alerta aérea inicialmente a las 01H56 (hora local). La segunda sirena, a las 05H24 (03H24 GMT), fue cancelada media hora después.
Las fuerzas rusas utilizan municiones de bombardeo llamadas “Shahed”, con las que han golpeado Kiev en las últimas semanas, luego de que el Kremlin prometió continuar los combates en Navidad, agregó.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, aseguró que se registraron explosiones el lunes en la capital.
“Varias explosiones se escucharon en los distritos Solomiansky y Shevchenkivskyi de la capital”, destacadas. “Todos los servicios están caídos. Más detalles después”.
Ucrania ha enfrentado ataques aéreos frecuentes ya veces mortales en los 10 meses desde que comenzó la invasión rusa en febrero.
Tras una serie de reveses militares y pérdidas de territoriales, Moscú cambió de estrategia ya partir de octubre optó por ataques aéreos masivos contra las centrales e infraestructuras eléctricas.
El Ministerio de Defensa ruso dice que sus ataques apuntan a las fuerzas armadas ucranianas e instalaciones energéticas, así como interrumpir “la transferencia de armas y municiones de fabricación extranjera”.
Pero con la llegada del invierno, los ataques con misiles y drones han hundido a las ciudades en la oscuridad e interrumpió el suministro de agua y calefacción de millones de ucranianos.
Francia y la Unión Europea (UE) han dicho que los ataques rusos a la infraestructura civil constituyen crímenes de guerra, y el jefe de la diplomacia de la UE los calificó como “bárbaros”.
El viernes, luego de que varias ciudades fueron atacadas con más de 70 misiles, el operador nacional de energía debió imponer apagones de emergencia mientras intentaba reparar la maltrecha roja eléctrica.
En la capital, la gente se apiñó en las estaciones de metro en busca de calor y resguardo, mientras las autoridades corrían para restaurar la electricidad.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, afirmó la noche del domingo que 9 millones de personas tuvieron el servicio eléctrico restablecido.
“En la mayoría de las ciudades, el transporte se ha normalizado”, aseguró en su mensaje nocturno.
La semana pasada, los aliados occidentales de Ucrania ofrecieron 1.100 millones de dólares en ayuda de emergencia.
Zelensky aseguró que ese monto es necesario para asegurar los repuestos para las reparaciones, generadores de alta capacidad, gas adicional e importante electricidad.
En tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, llamó a su alto mando militar a proponer cómo continuar con la invasión. Les pidió aviones “de corto y mediano plazo” en un mensaje por la televisión estatal.
Los jerarcas militares ucranianos han anunciado que Moscú se está preparando para una ofensiva invernal, incluyendo un intento de tomar Kiev.
(Con información de AFP)
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