Estados Unidos espera que China pueda hacer frente al actual brote de coronavirus ya que el número de víctimas del virus es una preocupación mundial debido al tamaño de su economía, según manifestó este lunes el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
“El número de víctimas del virus es motivo de preocupación para el resto del mundo, dado el tamaño del PIB de China y de su economía”, comentó el funcionario norteamericano en una sesión informativa diaria. “No sólo es bueno para China estar en una posición más fuerte frente al COVID, sino que también es bueno para el resto del mundo”.
Price añadió que siempre que el virus se propaga tiene el potencial de mutar y suponer una amenaza en todas partes. “Lo hemos visto a lo largo de muchas permutaciones diferentes de este virus y, sin duda, es otra de las razones por las que estamos tan centrados en ayudar a los países de todo el mundo a hacer frente al COVID”, agregó.
China informó el lunes de sus primeras muertes relacionadas con el COVID-19 en semanas, mientras hay dudas sobre si el recuento oficial refleja todas las víctimas de una enfermedad que está arrasando las ciudades después de que el régimen relajó los estrictos controles antivirus.
Las dos muertes del lunes fueron las primeras notificadas por la Comisión Nacional de Salud (CNS) desde el 3 de diciembre, días antes del anuncio del levantamiento de las restricciones que habían mantenido el virus bajo control durante tres años, pero que desencadenaron protestas generalizadas el mes pasado.
El bajo número de muertes desde que se levantaron las restricciones el 7 de diciembre no concuerda con la experiencia de otros países tras implementar medidas similares.
Oficialmente, China sólo ha sufrido 5.237 muertes relacionadas con el COVID durante la pandemia, incluidas las dos últimas víctimas mortales, una pequeña fracción de sus 1.400 millones de habitantes.
Un nuevo estudio realizado por investigadores en Hong Kong sostiene que casi 1 millón de personas podrían morir en China a causa del coronavirus si el Gobierno abandona rápidamente las restricciones pandémicas.
En ausencia de una campaña masiva de refuerzo de la vacunación y de otras medidas para reducir el impacto del virus, unas 684 personas por millón morirían en una reapertura a nivel nacional, según el informe, del que es coautor Gabriel Leung, ex decano de medicina de la Universidad de Hong Kong.
Eso equivaldría a unas 964.400 muertes, teniendo en cuenta los 1.410 millones de habitantes de China, según cálculos de la agencia de noticias Bloomberg.
El equipo de Leung influyó en la predicción de la escala mortal del brote de Hong Kong a principios de año. Miembros de su equipo formaron parte de un grupo de expertos de la ciudad que viajaron a Beijing a principios del mes pasado para asesorar a las autoridades chinas sobre el levantamiento de las restricciones de COVID en todo el país, según un informe del Financial Times.
Los investigadores analizaron distintos escenarios tras las recientes medidas de China para la reapertura, incluido el anuncio del 7 de diciembre de diez medidas para revertir los principios básicos de la política de COVID cero, como las pruebas obligatorias y los confinamientos.
“Nuestros resultados sugieren que los sistemas sanitarios locales de todas las provincias serían incapaces de hacer frente al aumento de casos de covid-19 que supondría la reapertura en diciembre de 2022-enero de 2023″, escribieron.
Según el informe, una reapertura más ordenada podría salvar vidas. Si China esperara hasta enero para reabrir, mejorando primero las tasas de vacunación y el acceso a los medicamentos antivirales, el número acumulado de muertes podría disminuir en un 26%, indicaron los investigadores.
Desde que se alejó de su política de tolerancia cero hace solo una semana, China ha desmantelado la mayoría de sus restricciones internas, dejando a un lado el estricto manual utilizado para eliminar el virus durante los últimos tres años. La propagación es tan significativa que las estadísticas oficiales de coronavirus carecen prácticamente de sentido, y los hospitales de la capital ya están desbordados.
(Con información de Reuters y Bloomberg)
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