Una peligrosa mafia italiana intentó recuperar un cargamento de drogas perdido en el derrumbe del puente Morandi

Cuatro años atrás, exactamente el 14 de agosto del 2018, la mafia calabresa Ndrangheta perdió un cargamento de 900 kilogramos de hachís que transportaba un camión que se accidentó durante el derrumbe del puente Morandi en Génova. Este martes, los carabineros de la Ros de Reggio accedieron a información exclusiva que dio cuenta que este grupo, uno de los más peligrosos de Italia, trató de recuperar el cargamento tras el incidente.

Según el informe difundido en las últimas horas, la Ndrangheta junto a la Camorra -mafia radicada en la Campaña- mantuvieron conversaciones en los que uno de los jefes de la primera negoció con otro colaborador la manera más efectiva de hacerse con la droga gracias a sus contactos con la industria chatarrera.

En los audios difundidos por el medio local Il Corriere della Sera se escucha al lider explicar que “cuando se derrumbó el puente Morandi, si vas al primer video, se cayó una furgoneta. Es un cargo amarillo, se ve muy bien porque es amarillo, con una cámara frigorífica pequeña”.

“Se chocó una furgoneta, lo sé, lo sé”, respondió la voz y agregó: “Me dijeron que querían ir a buscarla”.

Luego de una serie de diálogos más, entre los que se habló del paradero del vehículo -que presuntamente estaba en un desguace cercano a Calabria- y en los que se debatió la mejor manera para transportar el producto -a lo que acordaron que sería una cámara frigorífica-, el jefe de la mafia se refirió a la remuneración ofrecida por el trabajo.

“Puedo hacer una cosa. Hagamos cincuenta y cincuenta, yo lo vendo y te quedas con el 50% aunque no lo hayas pagado”, dijo. Así, los carabineros concluyeron en que el botín se traducía a unos 4.000 euros por cada kilo de droga.

Hasta el momento, la policía no ha logrado determinar si los criminales finalmente lograron recuperar la mercancía, ya que la revelación de esta información junto con los audios se dio en el marco de otra investigación que las autoridades están llevando a cabo en varias provincias del norte y el sur del país y que dejaron, este martes, 48 detenidos.

Francesco Benito Palaia, uno de los jefes del clan Bellocco de Rosarno fue el que confesó esta maniobra, luego de que fueran incautados bienes y activos financieros por un valor de 4 millones de euros. Palaia tiene 49 años y es un delincuente convicto de la Ndrangheta con condenas anteriores, principalmente por narcotráfico.

Según trascendió a partir de la información difundida hasta el momento, Palaia habría sido contratado por los mafiosos de la Campaña para recuperar la droga. En aquel entonces, se encontraba bajo arresto domiciliario aunque “podría haber sido útil gracias a sus adhesiones en el negocio de recuperación de chatarra. Podría haber localizado y transportado los restos del vehículo a Calabria”.

Tras la noticia, el ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, valoró el trabajo de la magistratura y de las fuerzas del orden contra “las organizaciones criminales que golpean el tejido económico y social del país”.”Acabar con las organizaciones que gestionan el tráfico de sustancias estupefacientes es fundamental para garantizar la seguridad y la legalidad en nuestras ciudades”, comentó.

Este derrumbe en Génova -el quinto en el país en los últimos cinco años- tuvo lugar en agosto del 2018 y dejó 43 muertos. El puente había sido construido en la década de 1960 y se encontraba en la autopista de peaje A10, un importante conducto para el tráfico de mercancías a los puertos locales, así como a la Riviera italiana y la costa sureste de Francia.

Al momento de la catástrofe, las autoridades apuntaron contra Autostrade per l’Italia, la empresa responsable de los controles y el mantenimiento de la estructura colapsada, ya que habrían mencionado en el 2011 que el puente sufría de cierto nivel de degradación a raíz del intenso tráfico.

Por su parte, el ingeniero Antonio Brencich había confesado “errores” en la construcción.

Ante el hecho, la Fiscalía de Génova emprendió las pertinentes investigaciones bajo el delito de posible homicidio por negligencia aunque, de momento, aún no se ha logrado determinar la causa del accidente. El pasado 7 de julio comenzó el juicio.

(Con información de EFE)

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