El régimen iraní intentó esgrimir una particular explicación sobre por qué se producen marchas en todo su territorio reclamando mayores libertades y derechos para las mujeres, tras el brutal asesinato de Mahsa Amini a manos de la policía de la moral el 16 de septiembre último. Desde entonces, millones de iraníes salieron a las calles en protesta contra el Ayatollah Khamenei y el actual gobierno. Cientos fueron masacrados y asesinados.
En las últimas horas, el general de una milicia de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés), describió un complot internacional en el que están incluidas 47 agencias de espionaje de todo el mundo. El general Qolamreza Soleimani, jefe de la Organización Basjij, afirmó que el enemigo utilizó una “guerra híbrida” contra Irán en los recientes disturbios, según publicó la agencia estatal de noticias iraní IRNA.
En un mensaje ante un grupo de miembros del Basij en Teherán este miércoles, Soleimani dijo que el plan original marcaba que la “sedición de los disturbios” debía iniciarse simultáneamente con el comienzo del curso académico en Irán, pero se produjo antes y “47 agencias de espionaje emprendieron una guerra híbrida total contra la República Islámica de Irán”.
Soleimani indicó que la muerte de Amini había sido producto de una enfermedad crónica que sufría la estudiante, pero que los medios internacionales habían instalado la idea en la sociedad iraní que había sido torturada y asesinada por la policía de la moral, cuyos agentes la habían detenido tres días antes de su deceso por llevar mal puesto el velo obligatorio.
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De acuerdo al medio oficial Tehran Times, dos de las principales agencias de inteligencia de aquella nación “han publicado un extenso informe en el que detallan la intromisión extranjera en Irán durante los disturbios. Y el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha dicho en varias ocasiones que Estados Unidos y algunos de sus aliados estaban implicados en los disturbios de Irán”.
Más de 300 muertos
En las últimas semanas, el régimen teocrático reconoció haber asesinado a más de 300 manifestantes de las protestas. Fue un general de la Guardia Revolucionaria el que le puso número a la actual tragedia que vive el pueblo de Irán.
El general Amir Ali Hajizadeh, comandante de la división aeroespacial de dicha fuerza paramilitar, dijo que más de 300 personas han muerto, incluyendo “mártires”, una aparente referencia a las fuerzas de seguridad. También indicó que muchos de los muertos eran iraníes normales y corrientes que no participaban en las protestas.
En las últimas horas, incluso se conoció la noticia de que Teherán también ejecutará a un reconocido futbolista que participó de las marchas. El futbolista Amir Nasr-Azadani ha sido condenado a muerte por apoyar las protestas en favor de los derechos de las mujeres en su país, según reportó la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPRO).
“FIFPRO está conmocionada y asqueada por las informaciones de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”, señaló el sindicato en un comunicado.