El número de periodistas encarcelados en el mundo alcanzó un nuevo récord en 2022 y ascendió a 533, frente a los 488 del año pasado, según un informe de Reporteros sin Fronteras (RSF) publicado este miércoles.
La organización indicó que “este nuevo incremento del número de periodistas encarcelados”, que supone un alza de 13,4% respecto a 2021, “confirma que los regímenes autoritarios siguen privando de libertad, de forma cada vez más desacomplejada, a los periodistas que les resultan molestos”.
Indicó que “muy a menudo, ni siquiera se toman la molestia de someterles a juicio” y detalló que poco más de un tercio de los periodistas en prisión han sido sentenciados. De esta forma, 63,6% de ellos permanece privado de libertad sin haber sido sometido a juicio.
A la cabeza de la lista figura China, que “sigue siendo la mayor cárcel de periodistas del mundo”, con 110 presos. En Birmania hay 62 reporteros en prisión, por los 47 en Irán. De esta forma, dos regiones concentran tres cuartas partes de los encarcelamientos: cerca del 45% están presos en Asia, mientras que algo más del 30% lo están en el norte de África y Oriente Próximo.
En el caso de China, RSF destacó que “aunque el número de presos se ha reducido ligeramente respecto del año pasado, 99 profesionales de la información siguen en las cárceles de China continental y once en Hong Kong”. “Que no haya nuevos encarcelamientos en 2022 no es tanto un signo de mejora de la situación como el resultado de una represión implacable, de una censura cada vez más férrea y de una vigilancia extrema”, señaló la ONG.
La cifra contempla, además, un aumento de mujeres periodistas en prisión, con 78 entre rejas. “Después de subir cerca del 20% el año pasado, el número de periodistas presas registra un nuevo aumento récord y crece un 27,9% en 2022″, resaltó. “En comparación, el número de sus colegas masculinos de profesión en la cárcel se ha incrementado sólo un 11,2%. Las mujeres periodistas ya representan el 14,6% del total, cuando eran menos del siete por ciento del total hace solo cinco años”, reseñó Reporteros sin Fronteras.
Explicó que “este nuevo aumento refleja la feminización creciente de la profesión y confirma, a la vez, que las mujeres no están exentas de la represión”. “Como sus colegas masculinos de profesión, son víctimas de los regímenes más implacables con la libertad de prensa”, indicó.
En el caso de las periodistas, a la cabeza figura nuevamente China, con 19 reporteras encarceladas. Por detrás está Irán, con 18 mujeres en prisión, incluida Narges Mohamadi, galardonada con el Premio Reporteros sin Fronteras al Coraje 2022. Del total, 15 han sido enviadas a prisión tras la muerte bajo custodia en septiembre de Mahsa Amini, detenida por supuestamente llevar mal puesto el velo.
RSF hizo hincapié en que entre estos casos “despiertan especial inquietud” los de Nilufar Hamedi y Elahe Mohammadi, detenidas en septiembre tras llamar la atención sobre la muerte de Amini y acusadas de “propaganda contra el sistema y conspiración para actuar contra la seguridad nacional”, un delito punible con la pena de muerte.
En tercer lugar figura Birmania, con diez periodistas detenidas; Bielorrusia, con nueve; Turquía, con cuatro; Egipto, con tres --para un total de 26 profesionales de la información en prisión en el país africano--; Vietnam, con tres; Arabia Saudí y Guatemala, con dos; y Rusia, Filipinas, Uzbekistán, Laos, Israel y Burundi, con una.
Periodistas asesinados
Por otra parte, RSF lamentó que “después de dos años de calma, con cifras históricamente bajas, el número de periodistas asesinados en 2022 en el ejercicio de sus funciones ha crecido un 18,8%”, con 57 asesinados, frente a los 48 de 2021 y los 50 de 2020.
“La guerra que estalló en Ucrania el 24 de febrero explica en parte este hecho”, señaló, al tiempo que indicó que “el número de periodistas asesinados en zonas de conflicto ha crecido y representa el 35% de todos los asesinatos, frente al 32% del año pasado”. “Esta guerra también ha contribuido a multiplicar el número de periodistas asesinados fuera de su país de origen: de los ocho casos de periodistas muertos desde el inicio del conflicto ucraniano, cinco eran reporteros extranjeros”, ha dicho.
Sin embargo, 64,9% de los periodistas han muerto en países considerados en paz, un incremento que “obedece en parte al fin de las restricciones para viajar impuestas por la pandemia de COVID-19, que ha permitido que los periodistas vuelvan a desplazarse sobre el terreno”.
“Además, algunos países, como México, siguen sin controlar la violencia que gangrena sus territorios y que afecta directamente a los periodistas”. De hecho, México ha registrado este año once periodistas asesinados --lo que eleva a 80 los muertos en los últimos diez años--, lo que supone cerca del 20% del total de profesionales de la información muertos a nivel mundial.
RSF aseguró que “las mujeres, cada vez más numerosas en la profesión, no se libran de esta tendencia al alza”, con una proporción que se ha multiplicado por tres en dos años. “En 2022, las periodistas representan más del doce por ciento de los asesinatos, frente al cuatro por ciento en 2020″.
De esta forma, “cerca del 80% de los profesionales de los medios asesinados en 2022 lo han sido de forma deliberada por causas relacionadas con su profesión o con los temas que trataban”. “Investigar sobre el crimen organizado y la corrupción es tratar los temas más peligrosos de cubrir en todo el mundo”, señaló RSF.
El continente americano aglutina el 47,4% de los periodistas asesinados. A los muertos en México se suman seis periodistas asesinados en Haití, tres en Brasil y uno en Colombia, Guatemala, Honduras, Ecuador, Chile, Paraguay y Estados Unidos. Jeff German, veterano periodista de investigación de Las Vegas Review-Journal especializado en crimen organizado y corrupción, se convirtió en el primer periodista asesinado en el país desde 2018 tras ser apuñalado en septiembre en su domicilio.
Por otra parte, en el norte de África y Oriente Próximo se han registrado el 19,3% de las muertes. Por detrás están Europa y Asia central, con un 15,8%; Asia, con un 10,5%; y África, con un siete por ciento.
Entretanto, 65 periodistas se encuentran secuestrados en la actualidad, una cifra que permanece sin cambios desde 2021. Todos los rehenes se concentran en Siria (43), Irak (once) y Yemen (once), a excepción del periodista francés Olivier Dubois, secuestrado en Malí.
El principal responsable de estos secuestros es el autoproclamado Estado Islámico, que retiene a 28 reporteros, mientras que grupos vinculados a Al Qaeda, rebeldes sirios respaldados por Turquía y las autoridades autónomas kurdas de Siria retienen a catorce. Por su parte, los huthíes mantienen secuestrados a diez en Yemen, mientras que Hayat Tahrir al Sham (HTS) tiene en su poder a otros ocho en Siria.
A ellos se suman dos periodistas desaparecidos: Dimitro Jiliuk, desaparecido el 4 de marzo en la localidad ucraniana de Dimer, al norte de Kiev y ocupada en ese momento por las fuerzas rusas; y Roberto Carlos Flores, fundador del portal de noticias Chiapas Denuncia Ya y desaparecido en septiembre en México.
(Con información de Europa Press)
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