Nikita Chibrin, un soldado ruso de 27 años que desertó a las tropas del Kremlin, huyó a España en búsqueda de asilo, tras ser testigo de los crímenes atroces que cometían sus compañeros de armas durante la invasión a Ucrania ordenada por el presidente Vladimir Putin.
Chibrin es oriundo de la ciudad rusa de Yakutsk y pertenecía a la 64ª Brigada de Fusileros Motorizados de Guardias Separados, una de las unidades de Putin señaladas de cometer crímenes de guerra en la región de Bucha.
En una declaración ofrecida a la cadena CNN, el ex soldado ruso aseguró que desertó de sus funciones militares tras vivenciar las atrocidades cometidas por sus compañeros a personas civiles en Ucrania durante la invasión.
Dijo que tenían la “orden directa de matar”. De matar a cualquier persona, incluyendo civiles, que difundieran algún dato que pudiese revelar su ubicación en el territorio ucraniano.
“Si alguien tenía un teléfono, se nos permitía dispararle”, dijo Chibrin. “Hay maníacos que disfrutan matando a un hombre. Esos maníacos aparecieron allí”, agregó.
Uno de los crímenes que más afecó al ex soldado, fue cuando se enteró de una violación por parte de sus compañeros de armas contra una mujer y su hija.
“Los vi correr, luego supe que eran violadores. Violaron a una madre y a una hija”, contó. Lo que más lo indignó fue que sus comandantes al enterarse del delito solo se encogieron de hombros como si no les importara. Chibrin dijo que los violadores fueron golpeados pero nunca castigados.
“Nunca fueron encarcelados. Solo despedidos. Así como así: ‘¡Váyanse!’ Simplemente fueron despedidos de la guerra. Eso es todo”, relató.
Además contó que, los soldados rusos cometían robos y saqueos generalizados de todo tipo de productos por donde pasaban.
“No ocultaron esto en absoluto. Muchos en mi unidad, cuando salimos de Lipovka y Andreevka a finales de marzo, tomaron automóviles, vehículos, tomaron automóviles civiles y los vendieron en Belarús”, dijo Chibrin a CNN.
“La mentalidad es, ‘si robas algo, eres bueno. Si nadie te atrapa, ¡bien! Si ves algo que es caro y lo robas y no te atrapan, eres bueno’”, agregó.
Admite que él no fue testigo presencial de asesinatos o violaciones de civiles ucranianos, aunque asegura que sí escucho a sus compañeros hablar de ello.
Chibrin, quien huyó a España en noviembre en busca de asilo político, dijo estar dispuesto a dar aún más declaraciones sobre los crímenes de guerra cometidos por el Ejército ruso durante su actual campaña militar.
El ex soldado ruso “aceptó cooperar con la Justicia y testificará ante el departamento especial de lucha contra el genocidio que investiga los crímenes de guerra”, según señala la organización Gulagu.net en su canal de Telegram.
“A Nikita le han dado los primeros documentos españoles (...). Europa. Democracia. Compasión”, dijo Vladimir Osechkin, director de la organización.
El soldado ruso, que se alistó en el Ejército en 2021, cree que su país no tiene oportunidad de ganar la guerra contra Ucrania, pero no descartó que mientras tanto se seguirán perdiendo muchas vidas. “Porque Rusia no se detendrá hasta que se derrame mucha sangre, hasta que todos mueran. Los soldados son carne de cañón para ellos. No los respetan”, dijo.
“Por supuesto que Rusia perderá. Porque todo el mundo está apoyando a Ucrania. Pensar que ellos (los rusos) ganarán es una estupidez”, agregó. “Pensaron que ocuparían Kiev en tres días. ¿Cuántos días van ahora?, ¿260?. Pensaron que vendrían a Ucrania y serían recibidos con flores. Pero les dijeron que se fueran a la mierda y les arrojaron cócteles Molotov”, le dijo a CNN.
En un principio Chibrin dijo que fueron llevados engañados a la guerra.
“Fue una gran mentira. Era un entrenamiento militar con el ejército bielorruso. Y nos mintieron. El 24 de febrero simplemente dijeron que todos irían a la guerra”, contó.
Chibrin le comunicó a su comandante que no estaba dispuesto a combatir en cuanto se encontró en Ucrania el 24 de febrero, fecha de inicio de la guerra, a lo que le respondieron: “Tendrás grandes problemas, irás a la cárcel y tu familia va a tener grandes problemas”. Luego el comandante lo atacó y lo metió en un vehículo especial y cerró la puerta. “No pude abrirlo desde adentro. Entonces, así fue como fui a Ucrania”.
“Sigue disparando y entonces eres libre de irte”, fue una de las respuestas que recibió en su momento.
También se quejó de que nunca hubo entrenamiento real. “Trabajé con una computadora, en la oficina, trabajé como cortador de césped”, dijo.
“Aquellos que dijeron que dispararían a los ucranianos fácilmente, cuando regresaron del frente, ni siquiera podían hablarme. Vieron la guerra, vieron la derrota, vieron a sus combatientes siendo asesinados, vieron cadáveres. Se dieron cuenta, pero no pudieron huir”, dijo Chibrin.
Chibrin afirma que son muchos los soldados rusos que querían desertar, pero no lo hicieron porque sus superiores les amenazaron con fusilarlos.
Consiguió abandonar su unidad el pasado 16 de junio, cuando se encontraba no lejos de la ciudad de Izium, en la región oriental de Kharkiv, según informa el diario digital Meduza, cuando se dio cuenta de que los comandantes de otras unidades salían del área hacia Rusia en un camión y saltó.
“Me subí y vi a otros muchachos que también se iban de Ucrania. Y dijeron que no querían guerra, le pagamos dinero al comandante (para que manejara). Y estuve esperando y esperando y luego estábamos cerca de la frontera con Rusia y el vehículo se detuvo y los muchachos saltaron y yo también salté. Y fui a la frontera con Rusia y dije que necesitaba ayuda médica”, contó.
Tras este episodio Chibrin estuvo un mes hospitalizado en Rusia, recibiendo tratamiento por un fuerte dolor de espalda y luego lo querían obligar a firmar un documento en el que supuestamente él decía estar dispuesto a volver a la guerra, pero se negó a firmarlo.
Fue asi como con la ayuda de varios amigos logró huir de Rusia, en búsqueda de libertad.
En su momento, el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de “falsificación” las denuncias de crímenes de guerra en Bucha, donde las autoridades ucranianas exhumaron numerosos cadáveres con signos de violencia.
Además, Putin condecoró en abril pasado a dicha brigada con el título honorífico de “Guardia” por “su heroísmo y coraje” en el campo de batalla.
Desde que se inició la intervención militar en Ucrania, la Fiscalía General de ese país estima que Rusia ha cometido un total de 46.432 crímenes de guerra, según informó recientemente.
Rusia también ha denunciado abusos y ejecución de prisioneros de guerra rusos a manos del Ejército ucraniano.
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