El Servicio de Seguridad del Estado de Georgia detuvo hoy en el aeropuerto de Tiflis a un ciudadano georgiano, Tsiskara Tojosashvili, considerado un supuesto combatiente del grupo terrorista Estado Islámico (EI), informó a la agencia de noticias EFE la institución.
El combatiente puede ser condenado a entre 10 y 17 años de prisión por unirse a las filas de una organización terrorista extranjera y asistirle en actividades terroristas.
Su detención por el Servicio de Seguridad fue posible gracias a pruebas obtenidas en el curso de actividades antiterroristas.
Tokhosashvili salió de Georgia en 2015, viajó a Oriente Medio y se unió al Estado Islámico.
El detenido recibió el apodo de “Emir Isa” y “fue considerado una figura bastante influyente entre los miembros del EI”, indicó el Servicio de Seguridad.
Según esta fuente, Tokhosashvili “participó activamente en actividades terroristas en Irak y Siria, e incluso lideró una de las unidades durante algún tiempo en la zona de conflicto”.
El Servicio de Seguridad del Estado señala que el detenido tenía “conexiones con varios líderes influyentes del EI”.
Hace tres años, el hermano menor de Tsiskara, Tsezar Tokhosashvili, conocido como “Emir Al-bara Shishani”, que cumple condena en Georgia, fue detenido por cargos similares.
Varias docenas de personas, en su mayoría de etnia checheno-kista, que viven en el desfiladero de Pankisi, han dejado Georgia para luchar para el EI.
El reclutamiento activo de mercenarios se detuvo hace unos años al endurecerse la legislación contra actividades terroristas.
Evidencia recopilada en Irak fortalece los hallazgos preliminares de que los extremistas del Estado Islámico cometieron crímenes de lesa humanidad y delitos de guerra contra la comunidad cristiana después de que se apoderaron de casi un tercio del país en 2014, dijo un equipo de investigación de la ONU en un informe que circuló el jueves.
El informe del Consejo de Seguridad de la ONU destaca que los delitos incluyeron el traslado por la fuerza y la persecución de cristianos, la incautación de sus propiedades, participación en violencia sexual, esclavitud y otros “actos inhumanos”, como conversiones forzadas y destrucción de sitios culturales y religiosos.
Además, el equipo dijo que identificó a líderes y miembros destacados del Estado Islámico que participaron en el ataque y la toma de tres pueblos predominantemente cristianos —Hamdaniyah, Karamlays y Bartella— en las llanuras de Nínive en julio y agosto de 2014. También comenzó a recopilar evidencia sobre crímenes cometidos contra la comunidad cristiana en Mosul.
Los combatientes del grupo también conocido como ISIS y Daesh se apoderaron de las ciudades iraquíes y declararon un califato en una gran franja de territorio en Siria e Irak en 2014. El grupo extremista fue formalmente derrotado en Irak en 2017 luego de una sangrienta batalla que dejó miles de muertos y ciudades en ruinas, pero sus células durmientes continúan organizando ataques en diferentes partes de Irak.
El informe de 26 páginas fue presentado por el Equipo de Investigaciones de la ONU para Promover la Rendición de Cuentas por los Crímenes del Estado Islámico en Irak.
(Con información de EFE)
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