Bombardeos rusos provocaron un muerto y tres heridos en la ciudad ucraniana de Krivói Rog

Las autoridades ucranianas denunciaron este lunes que las tropas rusas mataron a una persona y han herido a otras tres en la ciudad de Krivói Rog, en la región de Dnipropetrovsk.

“Noche trágica... Un muerto, tres heridos. Después de la medianoche, los rusos han disparado tres cohetes contra Krivói Rog. Apuntaban a una empresa industrial”, ha anunciado Valentín Reznichenko, gobernador de Dnipropetrovsk.

Reznichenko dijo que la víctima mortal era un empleado de la empresa contra la que disparó el Ejército de Rusia. Asimismo, agregó que los equipos de rescate han recuperado el cuerpo sin vida del trabajador entre los escombros de la fábrica destruida.

En cuanto a los heridos, fueron trasladados a un hospital local en estado moderado, según informaron las autoridades sanitarias, tal y como ha recogido el gobernador a través de su cuenta de Telegram.

Además, el distrito de Nikopol --también en la región de Dnipropetrovsk, a unos 100 kilómetros de distancia de Krivói Rog-- también fue bombardeado durante esta noche.

Al mismo tiempo, una base aérea rusa base de operaciones de bombarderos estratégicos utilizados para ataques contra Ucrania fue golpeada por un presunto ataque con aviones no tripulados que dañó dos bombarderos de largo alcance

Según fuentes ucranianas no oficiales, la base aérea Engels-2, cerca de la ciudad de Saratov, fue alcanzada por una explosión en la madrugada del lunes que dejó dañados dos bombarderos Tu-95, que se han utilizado para llevar a cabo ataques aéreos contra la infraestructura de Ucrania.

Otra explosión golpeó una base militar rusa cerca de la ciudad de Ryazan, ubicada a unos 200 kilómetros de la capital, Moscú, matando a tres personas e hiriendo a cinco después de que detonase un camión de combustible.

Fuentes de los servicios de emergencias citadas por la agencia rusa de noticias TASS informaron que el suceso se saldó con cinco heridos, dos de los cuales se encuentran en estado grave, sin que por el momento haya detalles sobre las causas del suceso.

Engels-2 y Ryazan están entre 480 y 700 millas de la frontera con Ucrania, más allá del alcance de los misiles de Kiev, lo que significa que es probable que el presunto ataque haya sido realizado por un dron.

Horas antes de las explosiones, la firma de armas ucraniana Ukrobonoprom afirmó haber probado con éxito un dron suicida con una ojiva de 165 libras que sería capaz de alcanzar ambos lugares.

Las explosiones se produjeron después de que imágenes satelitales de la semana pasada mostraran bombarderos en la base aérea de Engels preparándose para un ataque contra Ucrania.

El medio ruso MK dijo que la explosión del tanque de combustible de Ryazan también provocó daños en un avión.

El medio de comunicación ruso Readovka dijo que ambas explosiones ocurrieron en aeródromos utilizados por Moscú para atacar la infraestructura ucraniana.

El informe Readovka confirmó que dos aviones Tu-95 sufrieron daños.

El ministerio de Defensa ruso no comentó sobre los sucesos.

Desde el incendio en el Instituto Central de Investigación de las Fuerzas de Defensa Aeroespacial en Tver, el 21 de abril, en el que murieron al menos 17 personas, las redes sociales han saltado sobre cada informe de un incendio en algún lugar de Rusia, especialmente en locaciones sensibles, como señal de que el país está bajo ataques encubiertos.

Nadie se atribuye la responsabilidad de estos hechos, pero analistas dicen que al menos algunos de los incidentes apuntan a un intento de Kiev de llevar la guerra a territorio de sus invasores.

Ambas explosiones ocurren el día en el que entra en vigor el tope al precio del petróleo ruso decidido por las potencias occidentales.

Este lunes el Kremlin aseguró que la medida no tendrá impacto en la ofensiva de Moscú en Ucrania.

“La economía de la Federación Rusia tiene todas las capacidades necesarias para responder por completo a las necesidades y requerimientos de la operación militar especial. Estas medidas no tendrán impacto”, declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El portavoz se refería así al tope que la Unión Europea, los países del G7 y Australia adoptaron contra el petróleo ruso para perjudicar económicamente a Moscú.

El mecanismo adoptado prevé que sólo se pueda entregar el petróleo ruso vendido a un precio igual o inferior a 60 dólares el barril.

El precio del barril de crudo de los Urales está cotizando actualmente en torno a 65 dólares, ligeramente por encima del tope adoptado, que debe entrar en vigor a partir de este lunes.

El objetivo de esta nueva sanción es privar a Moscú de una parte de los voluminosos ingresos que obtiene de la venta de sus hidrocarburos, y disminuir su capacidad de financiación del esfuerzo de guerra en Ucrania.

Peskov añadió que estas medidas tendrán “tal vez un impacto en la estabilidad del mercado mundial de la energía”, y consideró que son “un paso hacia su desestabilización”.

Según dijo también, Moscú ya está “preparando” represalias por este tope al precio de su petróleo.

La activación del tope coincide con la entrada en vigor este lunes del embargo de la UE a la importación de petróleo ruso por vía marítima.

El Kremlin avisó de que no entregará más petróleo a los países que adopten el mecanismo del tope de precios, una posición que el domingo reiteró el viceprimer ministro encargado de Energía, Alexander Novak.

Novak, citado por las agencias rusas, afirmó que su país está trabajando en “mecanismos” para “prohibir el uso” de la herramienta de limitación del precio.

“Una injerencia semejante sólo puede provocar una mayor desestabilización del mercado, y una penuria de recursos energéticos”, argumentó el dirigente.

(Con información de Europea Press y EFE)

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