Un caza MiG-31 de las Fuerzas Aéreas de Rusia se estrelló este viernes en la región de Primorie, en el extremo oriente del país, y sus dos pilotos consiguieron catapultarse del aparato, informó el distrito militar Oriente.
El accidente se produjo durante un vuelo de instrucción sin armamento, según el comunicado castrense.
“El avión cayó en un despoblado, sin causar destrucciones en tierra. Según datos preliminares, la causa del siniestro pudo ser un desperfecto técnico”, añadió la nota de prensa, que no precisó el estado de los pilotos.
El MiG-31, modificación del MiG-25, con un coste unitario de hasta 60 millones dólares, es un interceptor biplaza diseñado por la casa Mikoyán que comenzó a fabricarse a finales de los años 70 en la Unión Soviética.
Es un caza interceptor de dos asientos que la Federación Rusa ha usado y está usando repetidamente en la invasión a Ucrania.
Además, la modificación modernizada del avión al nivel MiG-31BM es capaz de transportar el misil hipersónico Kinzhal, con el que Rusia también atacó a Ucrania después del 24 de febrero.
En los últimos meses, en la Federación Rusa, hubo un aumento de accidentes aéreos que involucran aviones militares. Así, el 23 de octubre, un avión militar se estrelló contra un edificio residencial en Irkutsk, Rusia. La tripulación no pudo eyectarse, lo que provocó la muerte de ambos pilotos.
El 17 de octubre, un avión militar se estrelló contra un edificio residencial en Yeisk, otro asentamiento de la Federación Rusa. Según los datos oficiales de ese día, cuatro personas fallecieron y otras 25 resultaron heridas. Más tarde se supo que 13 murieron y 27 resultaron heridos.
La invasión rusa a Ucrania
Mientras tanto, Ucrania prepara una “poderosa” contraofensiva en el campo de batalla y presiona a Occidente para que le entregue más sistemas antimisiles, como los Patriot, ante los bombardeos contra infraestructura civil por parte de Rusia.
Rusia, entretanto, continúa su ofensiva en localidades al sur y noreste de Bajmut, en la región de Donetsk, pese a su poco valor operativo y estratégico.
“Estamos analizando las intenciones de los ocupantes y estamos preparando una contramedida, una contramedida aún más poderosa” que la reciente en las regiones de Kharkiv y Kherson, señaló el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, sin revelar más detalles.
Ucrania está contraatacando actualmente en la región de Lugansk, donde ha recuperado 13 localidades, y está inmersa en una operación para liberar la península de Kinburn, a donde se retiraron las tropas rusas tras replegarse de la región sureña de Mykolaiv y el tercio norte de Kherson.
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