Ucrania informó este lunes que se vio obligada a imponer apagones regulares de emergencia en zonas de todo el país tras un revés en su carrera para reparar la infraestructura energética afectada por los ataques de misiles rusos.
El operador de la red nacional, Ukrenergo, declaró que las unidades de energía de varias centrales eléctricas tuvieron que realizar paradas de emergencia y que la demanda de electricidad ha aumentado a medida que el clima invernal y la nieve se han instalado en la capital y en otros lugares.
“Una vez eliminadas las causas de las paradas de emergencia, las unidades volverán a funcionar, lo que reducirá el déficit del sistema eléctrico y las restricciones para los consumidores”, señaló.
El mayor productor privado de electricidad de Ucrania, DTEK, dijo que reduciría el suministro de electricidad en un 60% para sus consumidores en Kiev, donde las temperaturas rondan los cero grados centígrados (32°F).
Del suministro restante, sólo quedaba un 42% para los consumidores habituales una vez contabilizadas las necesidades de infraestructuras críticas, indicó.
“Estamos haciendo todo lo posible para suministrar energía a todos los clientes durante 2 ó 3 horas al día”, escribió en Facebook la sucursal de DTEK en Kiev.
El déficit de capacidad eléctrica del sistema nacional se ha reducido al 27%, según Ukrenergo.
Moscú afirma que sus ataques a infraestructuras vitales son legítimos desde el punto de vista militar y que Kiev puede acabar con el sufrimiento de su pueblo si cede a las exigencias rusas. Ucrania dice que los ataques destinados a causar miseria a los civiles son un crimen de guerra.
Por su parte, los responsables ucranianos afirmaron que prevén una nueva ola de bombardeos por parte de Rusia esta semana, tras los ataques precedentes contra infraestructuras críticas que provocaron cortes masivos de agua y electricidad.
“Es muy probable que el inicio de la semana esté marcado por un ataque de este tipo”, declaró este lunes la portavoz del comando sur del ejército ucraniano, Natalia Gumeniuk, quien subrayó que un barco ruso portador de misiles apareció en el mar Negro.
Según la marina ucraniana, once barcos de guerra rusos, entre ellos ese portamisiles se encuentran actualmente en el mar Negro, frente a las costas de Ucrania, y hay otros en el mar de Azov y el Mediterráneo, con un total de 76 ojivas que pueden ser disparadas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, advirtió en un discurso difundido por video el domingo por la noche que “la semana que comienza puede ser igual de difícil que la pasada”, marcada por bombardeos rusos que causaron cortes masivos de luz y agua en momentos en que el país comienza a experimentar temperaturas invernales.
“Nuestras fuerzas se preparan. Todo el Estado se prepara. Elaboramos todos los escenarios, incluso con socios” occidentales, agregó Zelensky, que instó a sus conciudadanos a prestar atención a las alertas antiaéreas.
El jefe de Estado señaló por otra parte una situación “muy difícil” en el frente, especialmente en la región de Donetsk, en el este, donde se concentran los combates desde la retirada de las fuerzas rusas de la región de Kherson, en el sur.
Según el balance diario de la presidencia ucraniana, cuatro civiles murieron y once resultaron heridos en las últimas 24 horas en el país.
En Nova Kajovka, ciudad bajo ocupación rusa cerca de Kherson, un civil murió y otro resultó herido en un bombardeo ucraniano en la noche del domingo al lunes, indicó la administración prorrusa.
(Con información de Reuters y AFP)
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