El gobierno de Taiwán se manifestó “sumamente preocupado” por la fuerte represión que ha ejercido el régimen de China contra las manifestaciones inéditas que se han suscitado en el gigante asiático en contra de las medidas extremistas de COVID cero.
El Consejo de Asuntos del Continente en Taipei dijo otorgarle gran importancia a las frecuentes protestas que han causado víctimas y heridos en China continental debido al severo bloqueo de los últimos días.
Taiwán expresó su preocupación por las bajas provocadas por la política del COVID cero, al tiempo que enfatizó que se deben respetar y proteger los derechos básicos de las personas, como el derecho a la vida, libertad de expresión y de circulación.
El gobierno de la isla hizo un llamado a través de un comunicado publicado en el sitio web del Consejo de Asuntos del Continente de Taiwán, al Partido Comunista Chino, para que tome medidas razonables lo antes posible, en materia de la prevención anticovid, en medio de las fuertes protestas en contra del presidente Xi Jinping.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró este martes que Washington apoya el derecho a la protesta “en todas partes”, incluida China que vive estos días manifestaciones inéditas contra la política oficial de “COVID cero”.
“La posición de EEUU es la misma en todas partes: apoyamos el derecho de cualquier persona a protestar de forma pacífica y a expresar sus puntos de vista, sus frustraciones y sus opiniones”, dijo Blinken a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa en Bucarest.
El secretario de Estado estadounidense se encuentra en la capital rumana para participar en la cumbre de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN que se celebra hoy y mañana en el Palacio del Parlamento rumano, en la que la OTAN renovará su apoyo a Ucrania e intentará fijar una posición común ante China.
El lunes, el Departamento de Estado había emitido un comunicado en el mismo tono: “Hemos dicho durante mucho tiempo que todos tienen derecho a protestar pacíficamente, aquí en Estados Unidos y en todo el mundo. Esto incluye a la República Popular de China”.
Pero agregó que Estados Unidos consideraba que la política de confinamiento impulsada por Pekín es excesiva y estimó que así “va a ser muy difícil” contener este virus. Según apuntaron, Washington está “enfocado en lo que funciona”: ampliar la vacunación y que las pruebas y tratamientos sean de fácil acceso, agregó.
Las inusuales protestas que se extienden en varias ciudades de China, ante el hartazgo de la gente con las restricciones de la política de COVID cero, están arrojando luces sobre cómo el régimen de Xi Jinping no pudo enmendar el rumbo a tiempo y se sumerge en una trampa de su propia cosecha a consecuencia de la rigidez del sistema autocrático.
Pese a la represión y la censura, las manifestaciones se repiten en Shanghái, Beijing, Wuhan, Hangzhou o en Urumqi, donde murieron 10 personas en un incendio en un edificio confinado por las autoridades. Las protestas también reflejan la frustración de muchos ante el sistema político chino.
“China se tambalea incluso cuando otras naciones están volviendo más o menos a la vida normal”, apuntó el destacado analista Paul Krugman en una columna para el New York Times. “Los dirigentes chinos parecen haber creído que los cierres podrían acabar con el coronavirus de forma permanente, y han actuado como si siguieran creyendo esto incluso ante la abrumadora evidencia contraria”.
Bajo el “COVID cero”, las autoridades continúan imponiendo confinamientos y cierres draconianos más propios de 2020 que de un fin de 2022 con vacunas y mayor conocimiento sobre el virus y los tratamientos.
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