(Desde Riad, enviada especial) - La resiliencia en el turismo es el concepto de adaptarse con éxito a las perturbaciones y crisis externas, de manera que se genere como resultado un ecosistema mejor preparado y más robusto en el futuro.
Luego de la pandemia del coronavirus, la industria fue una de las más afectadas: si bien el PBI mundial disminuyó un 3,3% en 2020 en relación con el año anterior, el PBI relacionado con los viajes y el turismo disminuyó más del 50,4% en el mismo período y no se prevé que vuelva a los niveles de 2019 antes de 2023. Y como fue la más golpeada, es una de las que mejor debió adaptarse a este cambio. Lo que los líderes del sector de los viajes y el turismo debieron entender en los últimos años es que la resiliencia rara vez es posible sin sostenibilidad.
Los viajes y el turismo afectan la política, la sociedad y los negocios, lo que requiere una gobernanza clara y una alineación para asegurar el progreso en resiliencia y sostenibilidad.
El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) organiza esta semana su Cumbre Mundial, el evento de viajes y turismo más influyente del calendario anual y que incluye a líderes de las empresas de viajes y turismo más grandes del mundo, funcionarios del destino sede, así como a ministros de turismo de todo el planeta. Este año, bajo el lema “Viajar por un futuro mejor”, las charlas y debates se centrarán en el valor del sector, no solo para la economía global, sino también para las comunidades de todo el mundo.
El encuentro tiene lugar en el Centro Internacional de Conferencias Rey Abdul Aziz en Riad, Arabia Saudita, del 28 de noviembre al 1 de diciembre, y entre los principales oradores generan especial expectativa Theresa May, ex Primera Ministra de Reino Unido, y Ban Ki-Moon, ex Secretario General de la Organización de Naciones Unidas.
La sede de este año es la capital saudí, lo que genera especial interés. Arabia Saudita es uno de los países más conservadores del mundo y, aunque ha habido cambios en los últimos años -una apertura y una relajación de algunas de sus reglas más rígidas como parte de la estrategia del príncipe heredero Mohamed Bin Salmán (o MBS, como se lo apodó)-, lo cierto es que la adaptación que debe hacer el país para recibir turistas de todo el mundo deberá ser exhaustiva.
Por ejemplo, en Riad hay muy poco transporte público, y tampoco es una ciudad caminable: uno está sí o sí atado a las restricciones de un automóvil. Tampoco se permite beber alcohol, ni siquiera en espacios designados para viajeros internacionales, como ocurre en otros estados vecinos. Se permitió hace muy poco que mujeres y hombres compartan ciertos espacios públicos.
Recién en el año 2019 empezó a recibir turistas por primera vez en medio siglo, cuando MBS, el gobernante de facto de Arabia Saudita, puso a la industria turística en el centro de su plan Vision 2030 con la esperanza de diversificar la economía de su país, completamente dependiente del petróleo.
Y sus objetivos son ambiciosos: atraer 30 millones de visitantes extranjeros por año. Esta meta es especialmente complicada, teniendo en cuenta que en el 2021 atrajo sólo 4 millones, la mayoría por sus principales destinos turísticos, la Mecca y Medina, rincones del reino inaccesibles para viajeros no musulmanes.
Sin embargo, los pronósticos de la WTTC parecen alentadores, y vaticinan que el sector de viajes y turismo de Arabia Saudita superará los niveles previos a la pandemia el próximo año y verá el crecimiento más rápido en todo el Medio Oriente durante la próxima década.
“Están tomando cada oportunidad para abrir su mundo”, cuenta a Infobae Julia Simpson, CEO de la WTTC durante la conferencia de Prensa que dio inicio a la Cumbre. “Arabia Saudita es un país que se dio cuenta del valor del turismo para la diversificación de su economía. El 70% de sus habitantes tienen menos de 30 años, por lo que se presenta una oportunidad única para que ingresen en la industria“.
“No hay duda de que nuestros ambiciosos objetivos de inversión, sostenibilidad y experiencia de viaje se pueden lograr a través de la colaboración global”, dijo Ahmed Al Khateeb, ministro de Turismo de Arabia Saudita. “Y la Cumbre Global en Riad proporcionará una plataforma para discutir los retos del sector, al tiempo que garantiza que los visitantes disfruten de la hospitalidad y las oportunidades de uno de los destinos turísticos de más rápido crecimiento del mundo”.
“Creemos en el poder de las alianzas y no subestimamos el poder de los medios”.
El plan para atraer turistas es vasto y con un gran presupuesto: se están construyendo resorts y megaproyectos futuristas de todo tipo, y una de las figuras convocadas para promocionar Arabia Saudita como destino a nivel global es el mismísimo Lionel Messi, que tiene hasta su propia landing page en Visit Saudi, una empresa subsidiaria de la Autoridad de Turismo de Arabia Saudita.
Pero más allá de la sede de este año, durante la Cumbre Global, líderes de la industria y funcionarios gubernamentales internacionales de todo el mundo se reunirán para continuar alineando los esfuerzos que impulsen la recuperación del sector y abordar los desafíos que plantea el futuro para garantizar un sector de viajes y turismo más seguro, resiliente, inclusivo y sostenible.
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