El Gobierno de Canadá presentó este domingo su nuevo plan estratégico para la región del Indo-Pacífico que contempla una inversión aproximada de unos 2.000 millones de dólares en seguridad marítima, informática, y cooperación con sus aliados regionales, para combatir la influencia de China, a la que describe como una “potencia cada vez más disruptiva en el panorama global”.
“La emergencia de China ha venido posibilitada por las mismas reglas y normas internacionales que ahora ignora cada vez más”, indica el documento oficial recogido por la cadena CBC, y presentado en parte por la ministra de Exteriores, Mélanie Joly.
Este ascenso, argumenta el Gobierno canadiense “ha tenido un enorme impacto en el Indo-Pacífico” y ahora Beijing “tiene la ambición de convertirse en la potencia líder en la región” a través de “inversiones a gran escala para consolidar su influencia económica, su impacto diplomático y sus capacidades militares ofensivas”.
“China busca moldear el orden internacional en un entorno más permisivo para unos intereses y valores que se apartan cada vez más de los nuestros”, se lee en el documento.
Los 2.000 millones de euros irán acompañados de una propuesta de ley para modificar la normativa sobre inversiones y evitar así que las empresas estatales y otras entidades extranjeras que amenazan la seguridad nacional de Canadá se apoderen de industrias y propiedad intelectual canadienses críticas.
Asimismo, todos los departamentos federales recibirán orden de revisar sus Memorandos de Entendimiento (MOU) con China y otros países para garantizar que se protejan los intereses nacionales de Canadá.
Canadá pretende profundizar los lazos con una cuarentena de países de la zona, cuya actividad económica representa unos 50 billones de dólares canadienses (37 billones de dólares estadounidenses). Sin embargo, la atención se centra en China, a la que se menciona más de 50 veces, en un momento en que los lazos bilaterales están congelados
Del mismo modo, la nueva estrategia ratifica la alianza con Taiwán con la oposición del Gobierno canadiense a “cualquier acción unilateral que amenace el ‘statu quo’ en el estrecho”.
En una conferencia de prensa celebrada en Vancouver, cuatro ministros del gabinete se turnaron para detallar el nuevo plan, afirmando que la estrategia era crucial para la seguridad nacional y el clima de Canadá, así como para sus objetivos económicos.
“Vamos a participar en la diplomacia porque creemos que la diplomacia es una fortaleza, al mismo tiempo vamos a ser firmes y por eso tenemos ahora un plan muy transparente para relacionarnos con China”, dijo la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Joly.
El Gobierno del primer ministro Justin Trudeau busca diversificar los lazos comerciales y económicos que dependen mayoritariamente de Estados Unidos. Los datos oficiales de septiembre muestran que el comercio bilateral con China representa menos del 7% del total, frente al 68% de Estados Unidos.
Este documento estratégico ha tardado años en acabar redactado y aliados regionales de Canadá, como Japón y Corea del Sur, llevaban meses aguardando su presentación como un gesto para estrechar sus relaciones.
El pasado 16 de noviembre, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que había discutido con el presidente Xi Jinping el tema de la interferencia china en los asuntos canadienses al margen de la cumbre del G20 en Bali.
Ottawa ha acusado en las últimas semanas al gobierno chino de interferir con sus instituciones democráticas y su sistema judicial, después de años de relaciones tensas entre los dos países.
“He planteado el tema de la interferencia con nuestros ciudadanos”, dijo Trudeau en una conferencia de prensa en la isla turística de Indonesia.
Trudeau se reunió con Xi el martes, el primer diálogo cara a cara entre los dos líderes desde 2019.
Dijo que le dijo al líder chino, quien el mes pasado aseguró un tercer mandato histórico, “es importante poder tener un diálogo sobre esto”.
La policía federal canadiense dijo que estaba investigando las llamadas comisarías instaladas ilegalmente por China en el país norteamericano.
Trudeau también aseguró que China estaba jugando “juegos agresivos” después de que la emisora canadiense Global News informara sobre una “red clandestina” de candidatos electorales federales financiados por Beijing.
“Es extremadamente importante que sigamos defendiendo las cosas que son importantes para los canadienses”, dijo Trudeau a los periodistas.
También destacó “áreas de interés mutuo y desafíos geopolíticos” en su conversación con Xi, incluida la guerra en Ucrania y las tensiones en la península de Corea.
“En Canadá, creemos en el diálogo libre, abierto y franco, y eso es lo que seguiremos teniendo. Continuaremos buscando trabajar juntos de manera constructiva, pero habrá cosas en las que no estaremos de acuerdo”, finalizó Trudeau.
(Con información de Europa Press y Reuters)
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