El cardenal católico Joseph Zen, de 90 años, y otros cinco activistas de Hong Kong fueron declarados culpables de no haber registrado a tiempo un fondo de defensa legal constituido para ayudar a los manifestantes en las protestas antigubernamentales de 2019.
La entidad, denominada “Fondo de Ayuda Humanitaria 612″, no fue registrada ante las autoridades de acuerdo a la Ordenanza de Sociedades de la región semiautónoma, según el dictamen del tribunal.
El juez a cargo del caso dictó una multa de 512 dólares para todos los condenados a excepción de Sze Ching-wee, la secretaria del fondo, cuyo castigo se fijó en 320 dólares, aunque la citada Ordenanza prevé sanciones de hasta 1.280 dólares por este tipo de falta en caso de que se cometa sin antecedentes previos.
El fallo se considera la antesala de más problemas legales para los seis condenados, ya que la policía continúa investigando la supuesta colusión del grupo con fuerzas extranjeras.
Según el departamento de Seguridad Nacional de la policía de la antigua colonia británica, el cardenal Zen y sus cinco acompañantes instaron a organizaciones extranjeras a imponer sanciones a Hong Kong.
La Policía aún no ha acusado a Zen ni a los otros arrestados, incluida la abogada Margaret Ng y la cantante pop Denise Ho, por instar a organizaciones extranjeras a imponer sanciones a Hong Kong en virtud de la ley de seguridad nacional impuesta por Beijing, que puede conllevar una pena máxima de cadena perpetua.
Zen, catalogado como un “obispo rebelde” cuando encabezó la Iglesia Católica de Hong Kong entre 2002 y 2009, hizo después campaña activa por una mayor democracia en Hong Kong y libertades religiosas en China continental.
El cardenal también criticó sutilmente el histórico acuerdo de la Iglesia Católica Romana firmado en 2018 con China, mediante el cual el papa reconocería a los obispos nombrados por el gobierno chino, y a su vez éste reconocería al papa como único líder de la Iglesia católica.
Zen ha calificado el acuerdo de 2018 como una “venta” de los católicos clandestinos en China, y en 2020 viajó a Roma para instar al papa Francisco a que no renovara el acuerdo, pero se le negó una audiencia.
El cardenal, uno de los más altos dignatarios de la Iglesia católica en Asia, fue detenido a principios de mayo con otras cuatro figuras del movimiento prodemocrático en nombre de la ley de seguridad nacional impuesta por Beijing.
La detención del cardenal Zen suscitó indignación en los países occidentales, que acusan a Pekín de no respetar las libertades prometidas a la antigua colonia británica en el momento de su retorno a China en 1997.
Los cargos contra los acusados se presentan cuando Hong Kong comenzó a tomar medidas enérgicas contra la disidencia política en los últimos años.
(Con información de EFE)
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