Las fuerzas de seguridad iraníes detuvieron este jueves al futbolista Voria Ghafouri, ex seleccionado del país, acusado de difundir “propaganda” contra la república islámica, según informó la agencia de noticias Fars.
El jugador fue detenido después de una sesión de entrenamiento con su club, el Foolad Khuzestan, acusado de haber “empañado la reputación de la selección nacional y de difundir propaganda contra el Estado”, según la agencia.
Su cuenta de Twitter está inactiva desde hace dos años, mientras que en Instagram no realizó publicaciones recientes. Sin embargo, no ha ocultado su apoyo a las masivas manifestaciones que sacuden a su país y tiempo atrás publicó una foto en Instagram con el traje tradicional kurdo, cuya población está siendo reprimida por el régimen.
El equipo iraní que participa en el Mundial de Qatar, realizó el lunes un gesto de apoyo a las protestas en su debut en el torneo, al guardar silencio durante el himno antes del inicio del partido.
Desde hace dos meses, la represión de las protestas en Irán, surgidas tras las reivindicaciones de las mujeres después de la muerte Mahsa Amini, ha dejado al menos 416 muertos, 51 de ellos niños, según la ONG Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega.
Según el relator especial para Irán de la ONU, más de 15.000 personas fueron detenidas. La justicia iraní ya condenó a muerte a seis personas en relación con las manifestaciones.
La violenta represión contra las manifestaciones que sacuden Irán “debe cesar”, exhortaron el jueves la ONU y varios diplomáticos occidentales ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que tiene que decidir si abre una investigación internacional sobre los abusos de los que se acusa a Teherán.
“El pueblo iraní reclama una cosa muy simple, una cosa que la mayoría de nosotros consideramos obvia: la posibilidad de hablar y de ser escuchado”, declaró la embajadora de Estados Unidos, Michèle Taylor, junto a miembros de su delegación que mostraban imágenes y nombres de las víctimas.
En la capital iraní, apenas 200 personas se reunieron el lunes ante una pantalla gigante junto a la Biblioteca Nacional para seguir el partido, entre ellos el joven Farzid (21 años). “Siempre he apoyado a la selección, pero esta vez no, porque los jugadores no han apoyado al pueblo. No estoy contrariado esta vez por la derrota del equipo nacional”.
(Con información de AFP)
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