Reino Unido acusó al régimen de Irán de “propagar el derramamiento de sangre” de Oriente Medio a Ucrania

Kiev y sus aliados occidentales acusaron a Teherán de suministrar drones que afirman que fueron utilizados por Moscú para atacar el territorio ucraniano en las últimas semanas

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Una vista de drones durante un ejercicio militar en un lugar no revelado en Irán
Una vista de drones durante un ejercicio militar en un lugar no revelado en Irán

El ministro británico de Relaciones Exteriores, James Cleverly, acusó este sábado al régimen de Irán de “propagar un derrame de sangre” desde Oriente Medio a Ucrania, y prometió colaborar con sus aliados para contrarrestar la amenaza de Teherán.

Kiev y sus aliados occidentales acusaron a Irán de suministrar drones que afirman que fueron utilizados por Moscú para atacar Ucrania en las últimas semanas.

Irán admitió que entregó drones a Rusia, pero precisó que éstos fueron entregados antes de la invasión.

“Los drones entregados por Irán amenazan a toda la región”, dijo Cleverly en La conferencia anual Manama Dialogue que se celebra en Baréin.

Las crecientes críticas contra Teherán coinciden con una ola de manifestaciones en Irán por la muerte de Mahsa Amini, una joven que fue arrestada por la policía de la moral.

“Mientras su pueblo se manifiesta contra décadas de opresión, los gobernantes de Irán están propagando un derrame de sangre y destrucción en toda la región y que llega a lugares tan lejanos como Kiev”, dijo Cleverly.

El ministro británico de Relaciones Exteriores, James Cleverly
El ministro británico de Relaciones Exteriores, James Cleverly

“El Reino Unido está determinado a trabajar junto a sus amigos para contrarrestar la amenaza de Irán”, afirmó.

El Reino Unido, Canadá y la Unión Europea impusieron sanciones contra altos cargos iraníes y empresas de armamento, por el suministro de drones a Rusia, pero también por la represión de las protestas en la República Islámica.

Cientos de personas se manifestaron este jueves y viernes en varias ciudades kurdas de Irán, en unas protestas empañadas por la violencia, organizadas dos meses después de la muerte de Mahsa Amini.

El país es escenario de una oleada de manifestaciones por la muerte de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años que murió el pasado 16 de septiembre tras haber sido detenida por la policía de la moral por infringir el código de vestimenta que rige en la República Islámica y que obliga a las mujeres a llevar velo en público.

Este jueves, las fuerzas de seguridad mataron a un manifestante en Bukan y a otros dos en Sanandaj, donde los habitantes -como es tradición- conmemoraron el 40º día desde el deceso de cuatro de sus vecinos, abatidos durante la represión de las protestas, según la oenegé de defensa de los derechos de los kurdos Hengaw, radicada en Noruega.

En Sanandaj, capital del Kurdistán iraní (oeste), los asistentes a la marcha gritaron lemas como “Muerte al dictador”, en alusión al guía supremo Alí Jamenei, según un video publicado por Hengaw y verificado por la agencia AFP.

En esa misma ciudad, un coronel de la policía fue apuñalado a muerte el jueves, y otro, que había sido herido con arma blanca la víspera, también falleció, según la agencia oficial Irna.

(Con información de AFP)

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