El mayor diario finlandés, Helsingin Sanomat, canceló el viaje de sus periodistas a Qatar para cubrir el Mundial tras descubrir que se alojarían en apartamentos de los que se ha desalojado a trabajadores inmigrantes, dijo este viernes el director del periódico.
Qatar es el primer país de Medio Oriente elegido por la FIFA para albergar la Copa Mundial, pero ha sido objeto de intensas presiones por el trato que da a los trabajadores extranjeros y por sus restrictivas leyes sociales.
El jefe de deportes del periódico finlandés, Erkki Kylmanen, declaró a la agencia Reuters que las restricciones impuestas a los periodistas por las autoridades qataríes habían llevado al periódico a meditar durante varios meses si viajar o no a Qatar, pero finalmente decidió cancelar el viaje hace unas semanas.
“El alojamiento que nos reservaron los organizadores estaba precisamente en la zona donde se desalojó a la gente, según un informe de Reuters, entre otros”, dijo Kylmanen.
Kylmanen se refería a los distritos de Al Sadd y Al Mansoura, en el centro de la capital qatarí, Doha, donde las autoridades vaciaron hace unas semanas los bloques de apartamentos en los que vivían miles de trabajadores asiáticos y africanos para liberar habitaciones para los aficionados.
“Es una situación muy poco sólida si vamos allí a escribir historias críticas pero dormimos en un lugar donde la gente ha sido desalojada”, señaló.
Kylmanen dijo que sentía que el riesgo de formar parte del “lavado de imagen deportivo” de Qatar era demasiado grande e incontrolable y agregó que el diario informaría sobre el Mundial y los acontecimientos de Qatar desde Finlandia.
Dinamarca no se callará
Por otro lado, el técnico de la selección de fútbol de Dinamarca, Kasper Hjulmand, señaló este viernes que su equipo no se callará sobre la situación de los derechos humanos en Qatar.
La FIFA desestimó la semana pasada una solicitud por parte de Dinamarca de usar camisetas de entrenamiento con el lema “Derechos Humanos para Todos” en Qatar, al alegar que se trataba de un mensaje político.
El país escandinavo ha sido uno de los que han expresado con más fuerza su oposición a que se celebrara la competición en Qatar, debido a su historial de derechos humanos, motivo por el que el Gobierno danés y la familia real descartaron asistir.
La Asociación Danesa de Fútbol (DBU) también ha sido crítica desde que se atribuyó la organización del Mundial a Qatar en 2010. Los daneses han estado en los últimos meses en el frente al exigir más derechos para los trabajadores inmigrantes y la comunidad LGBT+ en el emirato.
(Con información de Reuters y AFP)
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