Los países miembros del G20, entre ellos Rusia, aprobaron el miércoles un comunicado final de la cumbre en la isla indonesia de Bali que estipula que “la mayoría de miembros condenaron firmemente la guerra en Ucrania”.
Todos los países de este bloque de 20 grandes economías reconocieron que “la guerra en Ucrania afectó aún más negativamente la economía global” en este texto conjunto, que requería unanimidad para ser adoptado.
En la parte destinada al conflicto, el comunicado indica que los distintos países “reiteraron sus posiciones nacionales” y que “hubo otros puntos de vista y diferentes opiniones sobre la situación y las sanciones” impuestas por los países occidentales a Rusia.
Pero “la mayoría de miembros condenaron firmemente la guerra en Ucrania y destacaron que está causando un inmenso sufrimiento humano y exacerbando las debilidades existentes en la economía global”, dice.
En las reuniones preparatorias de esta cumbre, las distintas delegaciones no pudieron acordar ningún documento conjunto dadas las divisiones geopolíticas en el seno del bloque, normalmente enfocado a cuestiones económicas.
El texto final reconoce que “el G20 no es el foro para resolver asuntos de seguridad”, pero precisa que estas cuestiones “tienen consecuencias significativas para la economía global”.
Los casi nueve meses de invasión rusa sobre Ucrania dispararon los precios de los alimentos y la energía, empobreciendo a millones de personas y extendiendo la sombra de una hambruna.
Ucrania es uno de los principales productores de cereales del mundo, pero tuvo hasta 20 millones de toneladas de granos bloqueados en sus puertos a raíz de la invasión de Rusia.
El comunicado también pide la prórroga del acuerdo obtenido en julio gracias a la ONU y Turquía para permitir la exportación de cereales, que caduca el sábado y cuya extensión está en el aire.
Además, los miembros juzgan “inadmisible” el uso de armas nucleares o la amenaza de recurrir a ellas, como ha hecho el presidente ruso Vladimir Putin.
Durante esta cumbre de dos días se multiplicaron los llamados a terminar la guerra en Ucrania, incluso desde países próximos a Rusia como China e India que, sin embargo, evitaron señalar directamente a Moscú.
Los líderes del G20 y sus bancos centrales también se comprometieron a mejorar su coordinación y comunicación para realizar ajustes en sus políticas monetarias con el fin de “estabilizar” la desbocada inflación global.
“Los bancos centrales del G20 están firmemente comprometidos con lograr la estabilidad de precios”, recoge la declaración conjunta secundada este miércoles por las potencias participantes al cierre de la cita diplomática en la isla de Bali (Indonesia).
Los mandatarios de las veinte potencias abordaron en su reunión la pronunciada subida de precios experimentada este año, cuyo impacto “están vigilando de cerca” sus bancos centrales, con la intención de seguir “calibrando adecuadamente el ritmo del endurecimiento de la política monetaria” mientras tienen en cuenta “salvaguardar la recuperación y limitar los efectos contagio entre países”.
“Nos comprometemos a mitigar los efectos negativos para apoyar un crecimiento sólido, sostenible, equilibrado e inclusivo”, señala la declaración, que expone que para lograrlo las entidades crediticias buscan adoptar “políticas bien calibradas, bien planificadas y bien comunicadas para apoyar la recuperación sostenible, con la debida consideración a las circunstancias de cada país”.
La mayoría de los bancos centrales de las principales potencias emprendieron este año una retirada de los estímulos económicos adoptados con motivo de la pandemia de covid-19, que se ha traducido en una subida de la inflación en conjunción con el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania y otras tensiones geopolíticas.
(Con información de EFE y AFP)
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