La Comisión Nacional de Sanidad de China notificó hoy la detección de 1.794 nuevos positivos del coronavirus SARS-CoV-2 en la víspera, 1.747 de ellos por contagio local en lugares como Cantón (sureste, 707), Beijing (237), Henan (centro, 225) o Chongqing (centro, 150) .
Las autoridades sanitarias también informaron hoy de la detección de 14.409 casos asintomáticos, 14.325 por contagio local, aunque Beijing no los computa como casos confirmados a menos que manifiesten síntomas.
El total de este tipo de infecciones en observación es de 92.639, de las que 1.036 proceden de otros territorios.
Los 47 casos sintomáticos restantes fueron hallados entre viajeros procedentes del extranjero en diversos puntos de entrada al país.
China, que aplica una severa política de “tolerancia cero” hacia el nuevo coronavirus, ha sufrido en los últimos meses oleadas de rebrotes atribuidas a la variante ómicron que han provocado cifras récord de contagios no vistas desde el inicio de la pandemia en la primera mitad de 2020.
La Comisión Nacional de Sanidad también detalló que, hasta la pasada medianoche local (16.00 GMT del domingo), se dio de alta a 580 pacientes tras superar con éxito la covid.
En Beijing muchas escuelas regresaron a las clases en línea, los hospitales restringieron sus servicios y algunas tiendas y restaurantes cerraron y su personal quedó aislado. Videos difundidos en redes sociales mostraban a gente protestando o enfrentándose a policías y trabajadores sanitarios en algunas zonas.
“Se ha convertido en algo normal, como comer y dormir”, dijo Yang Zheng, un trabajador de un servicio de comidas, de 39 años. “Creo que tiene más impacto en los niños, porque tienen que ir a la escuela”.
La exigencia de someterse a pruebas cada 24 o 48 horas es “molesta”, apuntó Ying Yiyang, quien trabaja en marketing.
“Mi vida no es comparable a lo que era hace tres años”, agregó Ying. Las visitas a su familia que vive fuera de Beijing pueden ser complicarse si la aplicación de telefonía que casi todos los chinos están obligados a mostrar no se pone verde para el viaje de regreso a la capital, explicó.
“Simplemente, me quedo en Beijing”, apuntó.
Numerosos pueblos de la periferia de Beijing, donde residen los obreros cuyo trabajo mantiene la ciudad en marcha, estaban confinados. Muchos viven en residencias comunitarias que los conductores de taxis y vehículos compartidos dijeron que estaban evitando ahora para no ser puestos en cuarentena.
El aislamiento en Guangzhou, entre otros lugares, debía terminar el domingo, pero las autoridades han prorrogado repetidamente estas medidas sin explicación.
El número total de contagiados activos con síntomas en la China continental asciende a 13.389, 22 de los cuales se encuentran graves.
Según las cuentas de la institución, desde el inicio de la pandemia, se infectaron 273.762 personas en el país y 5.226 fallecieron, aunque la cifra total de infectados excluye a los asintomáticos.
Hasta la fecha se ha realizado seguimiento médico a más de 9 millones de contactos cercanos con infectados, de los cuales 893.326 continúan en observación.
El protocolo “cero COVID” ha mantenido la tasa de contagios de China en cifras relativamente bajas, pero ha tenido repercusiones económicas y alterado la vida diaria debido al cierre de escuelas, fábricas y tiendas, o al aislamiento de vecindarios sin aviso.
Ante el nuevo repunte de los casos, cada vez más zonas cierran negocios y limitan el movimiento. Para entrar a edificios de oficinas, centros comerciales u otros lugares públicos, la gente debe mostrar al menos una vez al día un resultado negativo de su prueba.
Como el crecimiento económico ha vuelto a debilitarse tras un repunte de 3,9% sobre el año anterior en el trimestre que terminó en septiembre, los expertos habían pronosticado medidas más audaces hacia la reapertura del país, cuyas fronteras continúan en gran
(Con información de EFE)
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