El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha asegurado que las fuerzas rusas destruyeron toda la infraestructura crítica antes de abandonar Kherson con el “objetivo de burlarse de la gente tanto como fuera posible”, por lo que se ha comprometido ha restaurar todo tipo de infraestructuras de comunicación, suministro de agua, calefacción y electricidad.
Sin embargo, explicó que aún no ha llegado el momento de llevar a cabo estas obras y ha pedido a la población que tenga cuidado y no verifique los edificios de forma independiente, ni los objetos dejados por los ocupantes rusos.
Pese a esa devastación, el himno ucraniano volvió a sonar en la ciudad y la televisión nacional reanudó su programación. El proveedor de energía de la región indicó que estaba trabajando para restablecer el suministro eléctrico.
Zelensky detalló durante su discurso diario que hay diez grupos de expertos están trabajando en desactivar todo tipo de explosivos y ya han neutralizado un total de 2.000 entre minas, cables trampa y munición sin usar. El mandatario ha lamentado que uno de los zapadores ha resultado herido este sábado durante uno de estos ejercicios en un edificio administrativo.
Además ha trasladado que durante la tarde de este sábado las fuerzas ucranianas han recuperado 60 asentamientos de la región de Kherson, donde la Policía ha comenzado a tomar medidas de estabilización, las cuales también están en marcha en la ciudad, y ha manifestado su alegría por la difusión del vídeo donde los ciudadanos reciben felices a sus tropas.
También ha reconocido el trabajo de todos los militares que han hecho posible la liberación de esta región y ha asegurado que “ya está claro para todos que el resultado será nuestro (favorable a Ucrania)”.
Celebraciones
Los ucranianos celebraron este sábado la retirada de las tropas rusas de Kherson y empezaron a documentar los “crímenes” cometidos en esa ciudad del sur de Ucrania durante los ocho meses de ocupación.
“Estamos todos eufóricos”, dijo Zelensky, al día siguiente de la partida de los invasores confrontados desde hace semanas a una importante contraofensiva militar en el sur y el este.
“Ahora todo volverá a su lugar”, dijo a la AFP Svtilana Galak, una residente de Pravdyne, a 50 km de la capital regional. Allí los residentes regresaban dando abrazos a sus vecinos, algunos sin poder contener las lágrimas.
“¡Victoria, por fin!”, añadió la mujer, de 43 años, que perdió a su hija mayor en la guerra. “¡Somos Ucrania!”, exclama su marido, Viktor, de 44 años.
Aún se pueden ver minas antitanque desactivadas y granadas en el pueblo. Algunos edificios llevan la marca de los combates.
(Con información de Europa Press y AFP)
Seguir leyendo: