Las tropas rusas han torturado y deportado a civiles desde zonas ocupadas de Ucrania, lo que constituye crímenes de guerra y de lesa humanidad, así lo denunció Amnistía Internacional (AI) en un informe divulgado este miércoles.
El documento detalla, entre otros atropellos, cómo las fuerzas rusas sometieron a traslado forzoso a civiles desde la Ucrania ocupada a zonas sometidas al control del Kremlin.
La organización que vela por los DDHH denunció que muchos niños y niñas son separados de sus familias, violando el derecho internacional humanitario.
Según relataron algunos civiles a Amnistía Internacional, les obligaron a someterse a procesos de selección abusivos -conocidos como “filtrado”- que en ocasiones tuvieron como consecuencia detenciones arbitrarias, torturas y otros malos tratos.
“Separar a niños y niñas de sus familias, y obligar a la población a desplazarse cientos de kilómetros de su hogar son una prueba más del grave sufrimiento que la invasión rusa está causando a la población civil ucraniana”, señala Agnès Callamard, Secretaria General de Amnistía Internacional, en el citado informe.
Callamard aseguró que “desde que comenzó su guerra de agresión contra Ucrania, en sí misma un crimen de derecho internacional, las fuerzas rusas atacan de forma indiscriminada y matan ilegítimamente a civiles, destruyendo innumerables vidas y destrozando familias. Nadie se ha librado, ni siquiera los niños y niñas”.
Agnès Callamard lamentó, además, que “la deplorable táctica rusa de traslado forzoso y deportación es un crimen de guerra” y que “debe investigarse como crimen de lesa humanidad”.
Según Callamard, “se debe permitir que se marchen todas las personas sometidas a traslado forzoso y aún detenidas ilegítimamente, y todos los responsables de estos crímenes deben rendir cuentas”.
Además, “las personas menores de edad bajo custodia rusa deben reunirse con sus familias y se debe facilitar su retorno a las zonas controladas por el gobierno ucraniano”.
La organización reveló casos en que miembros de grupos concretos -entre los que había niños y niñas, personas de edad avanzada y personas con discapacidad- fueron trasladados forzosamente a otras zonas ocupadas por Rusia o deportados ilegítimamente a Moscú.
Entre estos incidentes, una mujer fue separada de su hijo de 11 años durante el “filtrado” y detenida y no se ha reunido con él, lo que viola claramente el derecho internacional humanitario.
Algunos detenidos en el “filtrado” dijeron que les sometieron a tortura y otros malos tratos mientras que a otras les negaron comida y agua, y muchas fueron recluidas en condiciones de hacinamiento.
Amnistía Internacional entrevistó a 88 personas de Ucrania, en su mayoría civiles de Mariúpol, así como de las regiones de Kharkiv, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia. La mayoría de ellas describieron condiciones coercitivas en las que no tuvieron ninguna opción real salvo ir a Rusia o a otras zonas ocupadas por ésta.
El informe detalla también el traslado forzoso a Donetsk de las 92 personas que residían en una institución estatal para personas de edad avanzada y personas con discapacidad de Mariúpol.
“Rusia y las fuerzas controladas por Rusia deben poner fin de inmediato a sus violentos abusos contra las personas detenidas”, declaró Callamard.
(Con información de EFE)
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