Retirada de Rusia en Kherson: Ucrania reaccionó con escepticismo al anuncio de Moscú

“No vemos señales de que Rusia vaya a marcharse sin un combate”, advirtió Mijailo Podolyak, asesor de la oficina presidencial ucraniana

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Militares ucranianos preparan un cañón
Militares ucranianos preparan un cañón autopropulsado 2S7 Pion para disparar contra una posición, mientras continúa el ataque de Rusia a Ucrania, en un frente de la región de Kherson (REUTERS/Viacheslav Ratynskyi)

El gobierno de Ucrania reaccionó este miércoles con escepticismo al anuncio del Ejército ruso de que se retirará de la anexionada ciudad de Kherson.

“Las acciones dicen más que las palabras. No vemos señales de que Rusia vaya a marcharse de Kherson sin un combate”, escribió Mijailo Podolyak, asesor de la oficina presidencial de Ucrania, en su cuenta de Twitter.

“Hasta que la bandera ucraniana no ondee sobre Kherson, no tiene sentido hablar de una retirada rusa”, agregó en declaraciones a la agencia Reuters.

El alto funcionario afirmó que todavía hay tropas rusas en esa ciudad del sur de Ucrania -la única capital regional tomada por Rusia desde el inicio de la invasión- y que se están redirigiendo hacia la región reservas adicionales.

“Ucrania libera territorios en base a datos de sus servicios de inteligencia y no a declaraciones escenificadas en televisión”, afirmó, en referencia a la orden de retirada pronunciada por el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu.

El general Serguei Surovikin, al mando de las tropas rusas en Ucrania, había admitido que la defensa de Kherson y sus aledaños en la orilla derecha del río Dnieper es ya “inviable”.

Mijailo Podolyak, asesor de la
Mijailo Podolyak, asesor de la oficina presidencial de Ucrania

Rusia se anexionó el pasado 30 de septiembre la región de Kherson, al igual que las de Donetsk, Lugansk y Zaporiyia, a pesar de no controlarla en su totalidad.

Rusia anunció este miércoles su retirada de la ciudad, la única capital regional bajo su control en todo el país, así como el repliegue del tercio norte de esa provincia, lo que constituye un duro revés para el presidente Vladimir Putin, que se anexionó ese territorio hace poco más de un mes.

“Proceda a la retirada de las fuerzas y adopte todas las medidas necesarias para garantizar el traslado seguro de las tropas, del armamento y de los equipos al otro lado del río Dnieper”, ordenó Shoigu a Surovikin, jefe de la agrupación de fuerzas rusas que combaten en Ucrania.

El repliegue ruso del tercio norte de la región sureña era un secreto a voces, ya que hacía días que se hablaba de que la bandera rusa ya no ondeaba en los edificios administrativos de su capital y semanas desde que las autoridades prorrusas habían procedido a la evacuación de la población civil a la orilla izquierda del Dniéper.

La retirada rusa supone una gran victoria para Ucrania, ya que ahora podrá liberar nuevos territorios en el sur del país limítrofe con la península de Crimea antes de la llegada del crudo invierno, cuando se espera que las bajas temperaturas dificulten los avances.

En principio, las tropas rusas abandonarían unos 3.800 kilómetros cuadrados, que habría que sumar a los casi 3.000 kilómetros cuadrados que los ucranianos ya controlan en Kherson, un 10% de la superficie de toda la provincia.

Shoigu, que estaba acompañado de la plana mayor del Ejército ruso, aprobó el repliegue después de que Surovikin admitiera en su informe que la defensa de la ciudad y sus aledaños en la orilla derecha del Dnieper es “inviable”.

La retirada de Kherson supone
La retirada de Kherson supone un duro revés para Vladimir Putin (Sputnik/Sergey Bobylev/Pool via REUTERS)

“Tras valorar la situación creada, proponemos trasladar la defensa a la orilla izquierda del río Dnieper. Entiendo que no es una decisión fácil”, dijo el general con rostro serio mostrando un mapa de operaciones.

Subrayó que en las condiciones actuales tampoco es posible abastecer al contingente militar ruso desplegado en la zona, ya que un posible ataque ucraniano con misiles contra el embalse de Nueva Kajovka inundaría gran parte del territorio de Kherson.

Putin nombró a Surovikin hace un mes con el fin de frenar la sangría de territorios en el sur y este de Ucrania desde finales de agosto, cuando la contraofensiva ucraniana empezó a dar sus frutos.

En cambio, ni la llegada de 50.000 movilizados y voluntarios al frente ha contrarrestado la escasez de hombres. De hecho, las autoridades prorrusas admitieron esta misma semana que Ucrania tiene “superioridad numérica” en Kherson.

(Con información de EFE y Reuters)

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