Mientras luchan por mantener una red eléctrica fuertemente dañada por los misiles rusos, los funcionarios de la capital ucraniana, Kiev, han comenzado a planificar para una posibilidad antes impensable: un apagón completo que requeriría la evacuación de los aproximadamente tres millones de residentes que quedan en la ciudad.
Según informa este domingo The New York Times, los responsables de la ciudad luchan actualmente por mantener una red eléctrica gravemente dañada por los misiles rusos, señala el diario, que asegura que la situación ya es muy grave, con el 40 por ciento de la infraestructura energética de Ucrania dañada o destruida.
. A medida que se acerca el invierno, la ciudad está preparando 1.000 refugios para la calefacción que también pueden proteger a los civiles de los misiles rusos. La mayoría están dentro de instalaciones educativas, pero las autoridades han pedido que no se informe de su ubicación exacta para que no se conviertan en objetivos fáciles.
Para tratar de evitar que la red falle por completo, la empresa nacional de energía de Ucrania ya dijo el sábado que continuaría imponiendo apagones de forma continúa en siete regiones del país.
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La tremenda presión sobre la capacidad de Ucrania para suministrar energía es el resultado del bombardeo generalizado por parte de las fuerzas rusas de infraestructuras energéticas críticas en todo el país, una táctica a la que, según los analistas, ha recurrido el presidente ruso Vladimir Putin cuando sus tropas han sufrido repetidos reveses en el campo de batalla.
El daño causado hasta ahora por los ataques rusos ha causado “nuevos sufrimientos a los civiles de Ucrania y ha obligado a los funcionarios a tener en cuenta la posibilidad de que un daño mayor les impidiera proporcionar servicios básicos”, dice el rotativo.
“Entendemos que si Rusia continúa con tales ataques, podemos perder todo nuestro sistema eléctrico”, explicó, por su parte, Roman Tkachuk, director de seguridad del gobierno municipal de Kiev, al diario neoyorquino.
Agregó que se ha dicho a los funcionarios de la capital que es probable que reciban un aviso con al menos 12 horas de antelación en caso de que la red esté a punto de fallar.
Y si llega ese momento, preció Tkachuk, “comenzaremos a informar a la gente y a pedirles que se vayan” de la ciudad.
Cuando Rusia lanzó su última andanada de más de 50 misiles de crucero el lunes, la mayoría fueron derribados, según las autoridades ucranianas. Pero los que consiguieron alcanzar las centrales eléctricas y las subestaciones, privando inmediatamente de energía a miles de personas.
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El viernes, otro ataque ruso alcanzó una instalación de la compañía que distribuye la energía a los hogares. Se trata de la duodécima instalación energética afectada en el último mes, según la empresa.
En toda la ciudad, los ingenieros estaban trabajando para reparar la infraestructura eléctrica dañada, a pesar de no tener ninguna manera fácil de obtener los cientos de millones de dólares en equipos que necesitarían para restaurar completamente la red. Para reducir los daños causados por futuros ataques, estaban protegiendo las centrales eléctricas con muros antiexplosivos.
La empresa nacional de electricidad de Ucrania, Ukrenergo, confirmó el sábado la necesidad de continuar con los apagones, afirmando que eran necesarios para “reducir la carga de las redes, garantizar el equilibrio sostenible del sistema eléctrico y evitar que se repitan los accidentes después de que las redes eléctricas resultaran dañadas por los ataques rusos con misiles y drones”.
Los cortes afectarán a Kiev y sus alrededores, y a las regiones de Chernihiv, Cherkasy, Kharkiv, Poltava, Sumy y Zhytomyr, dijo la compañía eléctrica.Al menos por ahora, la situación es manejable y no hay indicios de que un gran número de civiles esten huyendo de la capital, pero esto podría cambiar rápidamente si se detuvieran los servicios que dependen de la energía que llega a la ciudad, dijo el funcionario al diario.
“Si no hay electricidad, no habrá agua ni alcantarillado”, dijo. “Es por eso que actualmente el gobierno y la administración de la ciudad están tomando todas las medidas posibles para proteger nuestro sistema de suministro de energía”, agregó.
El Ejército ruso lleva semanas bombardeando infraestructuras críticas en toda Ucrania que han provocado cortes de agua, electricidad y gas, lo que preocupa al Gobierno de Kiev ante la inminente llegada del invierno.
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