El nuevo gobierno de extrema derecha italiano autorizó este domingo el desembarco de menores y de migrantes enfermos del barco de la asociación SOS Humanity, pero rechazó desembarcar a 35 hombres adultos que no considera vulnerables, anunció la ONG.
El navío, de bandera alemana, es uno de los cuatro barcos humanitarios que reclaman autorización para poner a salvo a las personas rescatadas en el mar.
Entre los cuatro barcos llevaban a más de 1.000 personas recogidas en el Mediterráneo. Solo el “Humanity 1″ ha recibido permiso de atracar.
Grupos humanitarios y dos legisladores italianos que viajaron a Sicilia protestaron y tacharon el proceso de selección como ilegal e inhumano. El procedimiento formaba parte de la directiva presentada por el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, en una nueva campaña italiana contra las organizaciones no gubernamentales a las que acusa desde hace años de fomentar el tráfico de personas en el Mediterráneo central.
“Liberen a todos, libérenles”, dijo el legislador italiano Aboubakar Soumahoro en una conmovida petición a la primera ministra, Giorgia Meloni, desde el barco de rescate Humanity 1, que se encuentra en el puerto de Catania. El legislador describió la nueva política como “inhumana”.
Los pasajeros, agregó, han sufrido “traumas, han enfrentado todo lo que podemos definir como un sufrimiento prolongado, un infierno”, dijo Soumahoro.
Las autoridades italianas completaron durante la noche el proceso de identificar a migrantes vulnerables en el Humanity 1, gestionado por una organización alemana y pidieron al Geo Barents, que llevaba 572 migrantes rescatados, que procediera el domingo hacia el puerto de Catania para aplicar el mismo método.
Otros dos barcos gestionados por organizaciones no gubernamentales permanecían en el mar sin reportar cambios. Las ONG dijeron que había gente durmiendo en suelos y cubiertas, que se estaban propagando infecciones con fiebre y sarna y que se les estaban acabando la comida y los suministros médicos. Algunos migrantes llevan más de dos semanas en los barcos.
El Humanity 1, que llevaba a 179 pasajeros rescatados, llegó al puerto siciliano el domingo por la noche y dos médicos italianos iniciaron el proceso de identificar a personas que necesitaban atención médica urgente después de que la médica de a bordo se negara, indicó el domingo Wasil Schauseil, vocero de SOS Humanity.
En total, 144 personas han desembarcado del Humanity 1.
SOS Humanity considera a todos los pasajeros vulnerables por definición tras ser rescatados en el mar y con derecho a un puerto seguro según el derecho internacional.
Las autoridades permitieron primero que desembarcaran tres mujeres y un bebé, después una familia y luego menores no acompañados, que eran más de un centenar, dijo Schausteil.
“Como temíamos, no se permitió desembarcar a todo el mundo”, dijo el vocero.
“Los médicos declararon que 36 personas no estaban en situación de urgencia. Tras recibir la noticia, una persona se desmayó y perdió el conocimiento y tuvo que ser trasladada en ambulancia”, dijo Schauseil. “Por eso hay 35 personas a bordo”.
“Puede imaginarse el estado de la gente. Es muy devastador”, dijo.
El Humanity 1 aún no ha recibido órdenes de salir del puerto, como especificaba la directiva firmada por tres ministros italianos el viernes por la noche. El texto indicaba que el barco podría permanecer en aguas italianas sólo lo suficiente para determinar qué pasajeros eran vulnerables, definidos como menores y personas con urgencias médicas.
“Todo el mundo tiene derecho a desembarcar y esperamos que todo el mundo pueda desembarcar”, dijo Schauseil. “No creemos que esto sea válido según el derecho internacional”.
El Geo Barents, con bandera noruega y 572 migrantes a bordo, llegó a puerto a primera hora de la tarde del domingo. El barco entró en aguas italianas al este de Sicilia durante el fin de semana para buscar cobijo de tormentas.
Otros dos barcos con migrantes rescatados seguían en el mar, uno en aguas italianas y otro en aguas internacionales, después de que sus tripulaciones pidieran un puerto seguro de forma reiterada.
El Rise Above, de gestión alemana y con 93 personas rescatadas, también entraron en aguas italianas por el tiempo, pero la vocera Hermine Poschmann dijo el domingo que la tripulación no había recibido ninguna comunicación de las autoridades italianas.
Poschmann describió una situación de hacinamiento en el barco relativamente pequeño de 25 metros, y dijo que la tripulación había tenido que calmar a los migrantes nerviosos que vieron tierra el viernes pero no podían llegar hasta ella.
El Ocean Viking, operado por la organización benéfica europea SOS Méditeranée, con 234 migrantes a bordo, seguía en aguas internacionales al sur del Estrecho de Mesina, y no había recibido instrucciones de dirigirse a puerto, según dijo un vocero el domingo. Su primer rescate fue hace 16 días.
La postura confrontacional adoptada por el gobierno de Meloni recuerda a los pulsos con Matteo Salvini, ahora ministro de Infraestructura y responsable de los puertos, durante su breve mandato en 2018 y 2019 como ministro del Interior.
El nuevo gobierno italiano insiste en que los migrantes deben ir a los países de los que llevan bandera los barcos de rescate. Piantedosi describió el pasado viernes a esos barcos como “islas” bajo jurisdicción de los países donde están registrados.
Alemania pidió esta semana en una nota diplomática al nuevo gobierno italiano aportar “rápidamente su ayuda” ante la “situación humanitaria a bordo del barco”.
En un video en Facebook, Salvini reiteró sus acusaciones de que la presencia de buques humanitarios fomenta la actividad de los contrabandistas.
Las organizaciones no gubernamentales rechazan la interpretación del gobierno y afirman que están obligados por la ley del mar a rescatar personas en problemas, y que los países costeros están obligados a proporcionar un puerto seguro tan pronto como sea posible.
Mientras se negaba el puerto seguro a los barcos humanitarios, miles de migrantes llegaron a las costas italianas en la última semana, ya fuera por su cuenta en barcos de pesca o tras ser rescatados en el mar por las autoridades italianas. Esos inmigrantes suponen el 85% de las llegadas, según el gobierno.
(Con información de AP y AFP)
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