El proveedor de Apple, Foxconn, dijo el martes que ha cuadruplicado los bonos ofrecidos a los trabajadores de su planta de Zhengzhou, en el centro de China, para frenar el éxodo de los trabajadores afectados por las medidas de control del coronavirus en sus vastas instalaciones, mientras la estricta política del régimen de Xi Jinping de “cero contagios” se cobra un precio cada vez mayor en la segunda economía del mundo.
Las bonificaciones diarias para los empleados, que forman parte de una unidad de Foxconn responsable de la fabricación de productos electrónicos, incluidos los teléfonos móviles, se han elevado a 400 yuanes (55 dólares) al día desde los 100 yuanes, en caso de que siguieran trabajando allí hasta noviembre, según la cuenta oficial de WeChat de la planta de Foxconn en Zhengzhou.
Foxconn, conocida formalmente como Hon Hai Precision Industry Co Ltd, es el mayor fabricante de iPhone de Apple, y produce el 70% de los envíos de iPhone a nivel mundial. Fabrica la mayoría de los teléfonos en la planta de Zhengzhou, aunque tiene otros centros de producción más pequeños en la India y el sur de China.
La empresa puso a los 200.000 trabajadores de su planta en régimen de circuito cerrado el 13 de octubre, lo que desencadenó las quejas de los empleados sobre la comida y el trato que recibían y provocó que muchos se marcharan.
En los últimos días, se han hecho virales en las redes sociales chinas unos vídeos en los que se ve a trabajadores de Foxconn que se marchan cargados de equipaje y caminan por carreteras rurales hacia sus ciudades de origen.
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Foxconn no ha revelado si algún trabajador de la planta de Zhengzhou ha sido diagnosticado con COVID-19, pero un ejecutivo dijo al periódico Henan Daily que no se habían producido infecciones graves y que la empresa había creado un equipo para trasladar al personal infectado a la cuarentena.
Una fuente con conocimiento directo del asunto dijo a Reuters el lunes que la producción de iPhone en la planta podría caer hasta un 30% el próximo mes debido a la situación.
En medio de la crisis en Foxconn, Zhengzhou levantó inesperadamente su cuasi confinamiento a sus casi 13 millones de habitantes, pese a que los nuevos casos transmitidos localmente se duplicaron el lunes con respecto al día anterior.
“Durante más de 10 días, hemos perseverado y luchado juntos. (...) Finalmente estamos iniciando el restablecimiento a gran escala de la vida y la producción normales en Zhengzhou”, dijo a los residentes el grupo de trabajo contra la pandemia de la ciudad.
El brote en Zhengzhou, la capital de la provincia de Henan, estalló tras los festivos del 1 al 7 de octubre por el Día Nacional, lo que llevó a las autoridades locales a imponer el confinamiento de varios distritos.
TURISTAS ENCERRADOS EN SHANGAI DISNEY
Mientras tanto, en Shanghái varios residentes recibieron el martes nuevas órdenes de permanecer en casa y avisos de pruebas obligatorias, mientras las autoridades se apresuraron a rastrear los contactos relacionados con una mujer que dio positivo por COVID-19 y cuya visita al complejo turístico Disney de la ciudad provocó su cierre temporal.
El malestar aumentó en el centro comercial chino de Shanghai, mientras que en todo el país el recuento diario de casos locales alcanzó los 2.719, una cifra pequeña en comparación con los estándares mundiales, pero la más alta en China desde el 17 de agosto, lo que llevó a otras ciudades como Cantón y Dandong a reforzar las medidas.
El complejo turístico Shanghai Disney cerró el lunes sus puertas de forma abrupta, encerrando a todos los visitantes en ese momento y permitiéndoles salir sólo horas más tarde, tras haber dado negativo en las pruebas del virus.
Varios residentes de la ciudad dijeron a Reuters que el martes se les notificó que ni ellos ni sus hijos podían ir al trabajo o a la escuela si habían visitado Disney desde el jueves y se les ordenó que se hicieran pruebas diarias durante los tres días siguientes.
Una de ellas dijo que se le informó de que su familia podría tener que entrar en cuarentena en un centro diseñado para ello.
Las autoridades de la ciudad dijeron que el complejo turístico se cerró después de que una mujer de 31 años, que había visitado el parque entre otros lugares en los últimos días, diera positivo en las pruebas del virus.
TOLERENCIA CERO
Mientras que gran parte del mundo se ha abierto, China se ha comprometido a mantener su estrategia de tolerancia cero con respecto al COVID-19, con confinamientos y pruebas masivas impuestas cuando se detecta un solo caso y ha dado pocas señales de estar preparando el terreno para empezar a suavizar las medidas.
El martes, una nota no verificada que circulaba por redes sociales en la que se decía que China estaba planeando una reapertura de las estrictas restricciones en marzo provocó una fuerte subida de las golpeadas acciones en Hong Kong y China continental.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China dijo que desconocía la situación.
“Realmente no sé nada de esto”, dijo el portavoz Zhao Lijian en respuesta a preguntas en una rueda de prensa regular.
Analistas de Nomura estimaron que la semana pasada se produjeron confinamientos y restricciones en 28 ciudades, lo que afectó a casi 208 millones de personas, o el 8,5% del PIB de China.
“(La política de) ‘cero contagios’ cambia el cálculo de hacer negocios dentro de China”, dijo Michael Hart, presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en China, con sede en Beijing.
“La interrupción por (la política de) ‘cero contagios’ parece ser la preocupación número uno para nuestros miembros y la número dos es probablemente la ralentización de la economía, causada principalmente por la interrupción por (la política de) ‘cero contagios’”.
(Con información de Reuters)
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