El régimen de Irán endurece la represión y aumentó un 20% el sueldo a las fuerzas de seguridad

En medio de la ola de protestas, las autoridades recrudecieron la persecución a los jóvenes que participan de las marchas en las universidades, epicentro de las manifestaciones desatadas tras la muerte de Mahsa Amini

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Policía antidisturbios en las calles de Teherán (WANA/Reuters)
Policía antidisturbios en las calles de Teherán (WANA/Reuters)

El régimen de Irán aprobó este domingo una subida del 20 por ciento a los salarios de las fuerzas de seguridad del Estado en medio de una ola de protestas contra las autoridades tras la muerte bajo custodia de la joven kurda-iraní Masha Amini por llevar mal puesto el velo.

El Parlamento argumentó que la subida tiene como objetivo reflejar el peligro para la seguridad al que se enfrentan las fuerzas de seguridad en relación a los funcionarios civiles, según informa la agencia oficial de noticias iraní IRNA. La decisión fue adoptada por 164 votos a favor, 29 votos en contra y 15 abstenciones.

La enmienda fue presentada por el representante Ahmad Amirabadi Farahani, quien acusó el martes a dos periodistas iraníes de trabajar para la CIA por tomar una imagen de la hospitalización de Amini y cubrir su entierro.

Más represión

Las autoridades iraníes han endurecido la represión en las universidades con la expulsión de estudiantes de facultades y residencias por su participación en las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini, además del arresto de un número indeterminado de universitarios.

Fuentes universitarias informaron a Efe de que en las últimas horas se ha producido numerosas expulsiones de estudiantes de universidades y de residencias estudiantiles en Teherán por su protagonismo en las movilizaciones que sacuden el país.

Además, varios centros universitarios vivieron ayer fuertes choques con las fuerzas de seguridad.

Las autoridades usan la fuerza contra los estudiantes que protestan

Irán vive protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Amini tras ser detenida tres días antes por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico, unas movilizaciones protagonizadas por jóvenes en las que se pide el fin de la República Islámica.

Las movilizaciones han ido evolucionando desde su inicio, pero se ha mantenido una constante: las universidades han sido su epicentro.

Si bien ha habido intentos por controlar las facultades con inspecciones en las puertas de los centros para limitar quién entra y la presencia de efectivos antidisturbios en las universidades, la represión ha sido de alguna manera limitada, con algunas excepciones.

En las últimas horas esto ha cambiado, según fuentes consultadas por EFE y vídeos de activistas compartidos en redes sociales.

“Hasta ahora los estudiantes pudieron protestar en un clima de relativa libertad”, dijo una fuente universitaria a EFE. “Esto se acabó”, añadió esta fuente, que prefirió mantener el anonimato.

Control de la Policía de la Moral a una mujer en Teherán (Reuters/archivo)
Control de la Policía de la Moral a una mujer en Teherán (Reuters/archivo)

Vídeos compartidos en redes sociales por el colectivo 1500tasvir mostraron una fuerte represión policial el sábado en la Universidad de Azad de la ciudad de Mashad, la capital espiritual iraní, en el noroeste del país.

En uno de esos vídeos se ve a estudiantes huyendo de la Policía para evitar ser golpeados.

En la Universidad de Teherán se produjeron choques entre los alumnos y basijis, la milicia de voluntarios fiel a la República Islámica.

“Basiji, guardias revolucionarios, ustedes son nuestro ISIS”, clamaban los estudiantes.

Horas antes, los estudiantes masculinos y femeninos de esa universidad comieron juntos en los espacios abiertos del centro para protestar por la política de segregación por sexo que impera en el país.

Vídeos compartidos en redes sociales mostraron una fuerte represión policial el sábado en la Universidad de Azad de la ciudad de Mashad. (EFE/EPA/STR)
Vídeos compartidos en redes sociales mostraron una fuerte represión policial el sábado en la Universidad de Azad de la ciudad de Mashad. (EFE/EPA/STR)

Por la noche, la residencia de estudiantes de ese centro de Teherán fue “atacada” por policías de paisano, según activistas, y se produjo un número indeterminado de arrestos.

Escenas similares se vivieron en facultades a lo largo del país, según activistas.

La represión contra las universidades comenzó poco después de que el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, el general Hossein Salami, advirtiese el sábado a los jóvenes que protestan que ayer era el último día de los disturbios y les pidió que no salgan a la calle para no arruinar su futuro.

“Hoy es el fin de los disturbios. No salgan más a la calle”, dijo el líder de la poderosa fuerza de elite, cuya misión es salvaguardar el sistema teocrático de la República Islámica.

Mientras tanto, las agencias de inteligencia de Irán han afirmado que las protestas están siendo fomentadas por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) con la cooperación de los servicios de inteligencia de Reino Unido, Israel y Arabia Saudí.

Las protestas por la muerte de Amini están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres al grito de “¡Mujer, vida, libertad!” que lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica y algo impensable no hace mucho.

Al menos 108 personas han muerto y 12.500 han sido detenidas en las protestas, según la ONG con sede en Oslo Iran Human Rights.

Además, la Justicia iraní ha presentado cargos contra 1.019 personas en ocho de las 31 provincias del país por su participación en las protestas, y ayer comenzaron los primeros juicios en Teherán.

(Con información de EFE)

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