La presidenta del Servicio de Contrainteligencia Militar (MAD) de Alemania, Martina Rosenberg, ha denunciado este domingo un récord histórico de intentos de espionaje, en especial sobre instalaciones militares y principalmente emprendidos por Rusia y por China.
Rosenberg ha avisado de que las Fuerzas Armadas de Alemania (Bundeswehr) se enfrentan a múltiples escenarios de amenaza, mientras el MAD sigue detectando “numerosas anomalías e intentos de espionaje” por parte de servicios de inteligencia de otros países.
Recientemente, el MAD detectó vuelos de drones sobre emplazamientos militares de la Bundeswehr y centros de entrenamiento de militares ucranianos.
Por ejemplo, el Ministerio de Defensa denunció, que en la madrugada del 1 de octubre, unos aviones no tripulados habían sobrevolado repetidamente el área de entrenamiento militar de Wildflecken (Baviera), en el sur de Alemania.
A finales de agosto, según informes anteriores, los servicios de inteligencia rusos habían intentado espiar el entrenamiento de militares ucranianos con sistemas de armas occidentales en Alemania. Concretamente, el MAD había observado vehículos sospechosos en las inmediaciones de los emplazamientos militares de Idar-Oberstein (Renania-Palatinado) y Grafenwöhr (Baviera).
Según Rosenberg, las actividades de los servicios de inteligencia extranjeros contra la Bundeswehr ya estaban a un “alto nivel” antes del 24 de febrero de 2022, es decir, antes del ataque de Rusia a Ucrania. “El objetivo de nuestro trabajo es detectar cualquier actividad de espionaje, especialmente por parte de los servicios de Inteligencia rusos y chinos, en una fase temprana y contrarrestarla eficazmente, también en cooperación con las autoridades nacionales e internacionales asociadas”, ha añadido.
El teléfono de Liz Truss
El teléfono personal de la ex primera ministra británica Liz Truss fue hackeado el pasado verano, cuando todavía era titular de Exteriores, según ha revelado este domingo el tabloide “Mail on Sunday”.
Los “ciberespías”, que según el diario trabajaban para Rusia, interceptaron mensajes confidenciales entre Truss y políticos internacionales, así como intercambios con Kwasi Kwarteng, a quien semanas más tarde designaría como su ministro de Economía.
Un portavoz del Ejecutivo rehusó hacer comentarios sobre casos “individuales”, mientras que los partidos de la oposición han exigido una investigación sobre la presunta filtración de información secreta. ”El Gobierno mantiene sistemas robustos de protección contra ciberataques que incluyen sesiones informativas regulares sobre seguridad con ministros, en las que se les ofrece consejos para proteger sus datos personales”, indicó un portavoz oficial del Ejecutivo.
La responsable de Interior de la oposición laborista, Yvette Cooper, afirmó que “existen serias dudas sobre por qué y cómo esa información se ha podido filtrar, que deben ser investigadas con urgencia”.”Un ataque como este, perpetrado por un Estado hostil, plantea cuestiones inmensamente importantes para la seguridad nacional que se deben tomar extremadamente en serio por parte de nuestras agencias de inteligencia y seguridad”, agregó.
El “Mail on Sunday” asegura que el robo de mensajes se descubrió el pasado verano, pero el entonces primer ministro, Boris Johnson, y su secretario de gabinete, Simon Case, evitaron que se divulgara.Según fuentes consultadas por el tabloide, los hackers descargaron las conversaciones que había mantenido Truss durante un año, que incluían intercambios con ministros de Exteriores extranjeros sobre la guerra de Ucrania, incluidos detalles sobre envíos de armas a Kiev.
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