El líder checheno, Ramzan Kadyrov, reconoció la muerte de 23 soldados de la república de Chechenia en la región ucraniana de Kherson, en el sur, cuando unidades de uno de sus batallones fueron bombardeadas esta semana.
“Mucha gente sabe que a principios de esta semana una de las unidades chechenas fue bombardeada. Esto sucedió en la región de Kherson. Se han completado todas las operaciones de rescate en el sitio y hay una lista final de muertos y heridos”, escribió en su canal de Telegram.
Kadirov, uno de los mayores defensores de la campaña militar rusa en Ucrania y cuyos hombres -conocidos como “Kadirovtsi”- combaten en Donetsk y Kherson, explicó que 23 soldados murieron y 58 resultaron heridos, de los que cuatro están en estado grave aunque sus vidas no corren peligro.
Los comentarios de Kadyrov fueron inusuales, dado que las fuerzas pro-Moscú rara vez han admitido pérdidas importantes en el campo de batalla desde que comenzó la guerra. En una declaración en Telegram, Kadyrov dijo que el incidente había tenido lugar en la región meridional de Kherson.
“A día de hoy, 23 combatientes han muerto, 58 han resultado heridos y cuatro de ellos se encuentran en estado crítico. Reciben tratamiento médico en Rostov y Moscú”, dijo.
Kadyrov, que dirige la región rusa de mayoría musulmana de Chechenia, se describe a sí mismo como un soldado de Putin y dice que ha enviado a miles de hombres a luchar en la guerra.
Tras el ataque, las fuerzas chechenas llevaron a cabo una ofensiva de venganza y mataron a unos 70 ucranianos, indicó.
“Hago un llamamiento a todos mis compatriotas para que se unan en el camino de Alá. Todos debemos estar completamente preparados para cualquier evolución de la situación. No te puedes quedar de brazos cruzados. ¡Luchen por su religión, hogar, familia, patria, es deber de todo hombre!”, enfatizó.
(Con información de EFE y Reuters)
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