El presidente ruso, Vladimir Putin, podrá ordenar al Ministerio de Defensa la creación de batallones de voluntarios, como los que combaten en Ucrania en el marco de la brutal invasión iniciada el pasado 24 de febrero, según una nueva ley aprobada este miércoles por la Duma (cámara de diputados).
Cualquier ciudadano ruso podrá formar parte de dichas unidades de voluntarios previa firma del correspondiente contrato, señala la iniciativa legal propuesta por el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, y los diputados del partido del Kremlin, Rusia Unida.
La ley precisa que esos voluntarios cumplirán con las misiones que les encarguen las Fuerzas Armadas en tiempo de guerra o ley marcial, durante el proceso de movilización, en caso de conflicto militar, operación antiterrorista o envío de tropas al exterior.
Además, establece el estatus de voluntario, los requisitos de ingreso y exclusión en los batallones, y las condiciones de pago y cobertura social.
“Por su estatus, los voluntarios serán equiparados con los militares profesionales. Es lo justo, ellos también defienden a nuestro país”, explicó Volodin.
El Ministerio de Defensa es quien debe determinar la misión, plazo y lugar de cumplimiento, composición y número de integrantes de cada unidad.
Las cláusulas incluidas en la nueva ley afectarán de manera retroactiva a los voluntarios que participan desde el 24 de febrero en la “operación militar especial” en Ucrania.
“El proyecto de ley es extremadamente importante y actual. A día de hoy, una gran cantidad de hombres participan voluntariamente en la operación militar especial. Son auténticos patriotas de nuestro país y merecen todo nuestro apoyo”, dijo a la prensa Andrei Kartapolov, jefe del comité de defensa de la Duma.
Ante la acuciante falta de hombres en las filas del Ejército ruso que combate en Ucrania, casi todas las regiones formaron unidades de voluntarios, según la prensa independiente, por orden del Kremlin.
Con todo, su participación apenas influyó en la situación sobre el terreno, al igual que ha ocurrido por el momento con la movilización de 300.000 reservistas ordenada por Putin.
Tanto voluntarios como movilizados se han quejado de la falta de equipos, la ausencia de instrucción militar y las malas condiciones de manutención.
Por su parte, la Justicia militar rusa abrió el primer caso penal contra un reservista que se negó a combatir en Ucrania, según informó este miércoles el abogado de derechos humanos Pavel Chikov.
“Yo ni voy a ninguna Ucrania, ni pienso disparar contra ningún ucraniano”, replicó el acusado al comandante, según explica el activista en su canal de Telegram.
Se trata de un ciudadano de la región siberiana de Yakutia y los hechos tuvieron lugar en un cuartel en Ulán-Udé, capital de la región de Buriatia.
Seguidamente, según su testimonio, los oficiales de la unidad le amenazaron con represalias y la apertura de un expediente, por lo que se dio a la fuga.
El fugado, un sargento, fue movilizado el 23 de septiembre y fue excluido de su unidad cinco días más tarde.
El reservista, que había sido llamado a filas en el marco de la movilización parcial decretada por Putin, podría ser condenado a varios años de cárcel.
Cientos de miles de rusos en edad militar han abandonado en las últimas semanas el país por temor a ser enviados al frente en Ucrania.
(Con información de EFE)
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