Dos muertos, entre ellos una mujer embarazada, y otros tres heridos es el saldo de un bombardeo ruso contra una gasolinera ocurrido la noche del martes, en Dnipró, ciudad del sudeste de Ucrania, precisaron fuentes locales.
El alcalde de Dnipró, Borys Filatov, publicó en Telegram que la mujer embarazada murió en el interior de un vehículo mientras que el otro fallecido era el operador de una estación de lavado de automóviles.
“Otro ataque con misiles tuvo lugar hoy. Como resultado, dos personas murieron en Dnipró. Incluida una mujer embarazada. Tres víctimas fueron hospitalizadas”, reseñó el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en su cuenta de Facebook.
Zelensky añadió: “Luchamos contra los terroristas todos los días. Los que matan civiles, bombardean ciudades, destruyen la vida y el destino de los ucranianos(...) Nunca perdonaremos. Las represalias serán justas e inevitables”.
Según las autoridades locales y militares de la región, el bombardeo ocasionó el incendio de la gasolinera, que fue sofocado por los bomberos. El fuego se extendió en un área de 300 metros cuadrados.
Anteriormente, las autoridades ucranianas de la región de Kherson, recientemente anexada por Rusia, denunciaron la muerte de dos civiles al recibir el vehículo en el que viajaban el disparo de un misil de las Fuerzas Armadas rusas.
El alcalde de Olesok, Yevhen Rischuk, detalló en Facebook lo ocurrido, apuntando que una de las víctimas perdió la vida en el acto y el otro falleció ya en el hospital. Además informó que en el lugar de los hechos se encontró a una niña de cinco años herida.
El pasado lunes, el ejército ucraniano anunció haber expulsado a las fuerzas rusas de varios pueblos en el noreste del país, donde una contraofensiva ya le permitió recuperar miles de km2 de territorio en septiembre.
“Gracias a operaciones exitosas, nuestras tropas empujaron al enemigo fuera de las localidades de Karmazynivka, Myasozharivka y Nevske en la región de Lugansk y Novosadove en la región de Donetsk”, afirmó el ejército ucraniano en un comunicado.
Mientras tanto, las autoridades ucranianas trataban el lunes de calmar el temor entre la población después de que se supo que Rusia utilizó drones iraníes para llevar a cabo ataques, señalando el creciente éxito en derribar las pequeñas aeronaves. Al mismo tiempo, las conversaciones sobre un ataque con una “bomba sucia” han añadido otra dimensión preocupante al conflicto que entra en su noveno mes.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró hoy que los aliados “rechazan” la alegación de Rusia de que Ucrania vaya a emplear una bomba sucia en su propio territorio, y pidió que no sirva de excusa a Moscú para incrementar la presión en la guerra.
(Con información de Europa Press y AFP)
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