Australia registró una inflación del 7,3 por ciento entre octubre de 2021 y septiembre de este año, la mayor desde 1990, por el incremento de los precios de la construcción de viviendas, el combustible y los alimentos, informaron este miércoles fuentes oficiales.
Los datos de la Oficina Australiana de Estadísticas (ABS, por sus siglas en inglés) publicados este miércoles revelan que el índice de precios al consumidor, el indicador con el que se mide la inflación, aumentó en 1,8 por ciento en el trimestre comprendido entre julio y septiembre.
La inflación anual fue impulsada principalmente por el incremento de 20,7 por ciento en el precio de las nuevas viviendas y del 18 por ciento de los combustibles, mientras que la subida de los precios de los insumos, del 9,6 por ciento, fue la más alta desde 1983.
“La escasez de mano de obra en el sector de la construcción de viviendas, que ha provocado un aumento de los costos laborales, ha contribuido al aumento de las nuevas viviendas este trimestre”, explicó la gerente del Programa de Precios de la ABS, Michelle Marquardt, en un comunicado del organismo.
“La continuación de la escasez de materiales añadió una mayor presión sobre los precios”, agregó la funcionaria.
El gobierno australiano estima en el presupuesto anual que la inflación alcanzará el 7,75 por ciento a finales de año.
En el período fiscal 2023-24, la inflación descenderá hasta el 3,5 por ciento y después se situará en el rango meta de 2 a 3 por ciento fijado por el Banco Australiano de la Reserva.
A principios de mes, el Banco Australiano de la Reserva (RBA) elevó los tipos de interés un 0,25 por ciento -del 2,35 al 2,6 por ciento-, en el sexto incremento consecutivo que se produce desde mayo para atajar la alta inflación que afecta al país.
“El nuevo aumento de los tipos de interés que se ha producido hoy contribuirá a lograr un equilibrio más sostenible de la demanda y la oferta en la economía australiana. Esto es necesario para volver a reducir la inflación”, dijo el gobernador del RBA, Philip Lowe, en un comunicado.
Los incrementos del RBA buscan atajar la inflación en Australia, que actualmente es la más alta desde principios de los años 90.
“Esta es ya la sexta (subida) en varios meses y los comentarios del gobernador del Banco de la Reserva de hoy indican que es probable que también haya más subidas de los tipos de interés”, dijo el ministro del Tesoro, Jim Chalmers, en una rueda de prensa en Camberra al alertar de que el pronóstico de una recesión en las grandes economías ha cambiado de “posible” a “probable”.
Según el ente la inflación alcanzará un pico del 7,75 por ciento a finales de este año, para luego descender a niveles por encima del 4 por ciento en 2023, y de un 3 por ciento en 2024.
El RBA había realizado anteriormente cinco incrementos consecutivos desde el 0,1 % -mínimo histórico- al 0,35 por ciento, así como otros cuatro de 0,5 puntos porcentuales hasta llegar al 2,35 por ciento el mes pasado
(Con información de EFE)
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