Desde hace varias semanas las tropas rusas vienen perdiendo terreno frente a la sorpresiva y contundente contraofensiva de las fuerzas ucranianas, que ya recuperaron varias ciudades y regiones ocupadas. Esta situación llevó a Vladimir Putin a buscar alternativas para seguir adelante con su brutal invasión al país vecino. Como parte de su estrategia, el jefe del Kremlin instaló en los últimos días la posibilidad de que Kiev utilice una “bomba sucia”.
Stanisław Żaryn es secretario de Estado de Polonia. Este martes utilizó sus redes sociales para condenar esas aseveraciones de Moscú, uniéndose así a las principales potencias occidentales.
El funcionario polaco señaló que, “en un esfuerzo descarado”, la intención de Rusia es convertir este tema “en un asunto internacional” y “fomentar la desconfianza hacia Kiev”, afectando sus relaciones con Occidente.
Żaryn remarcó que estas “mentiras” del Kremlin ocupan un lugar destacado en la agenda de la propaganda rusa. En ese sentido, advirtió que es probable que el régimen de Putin haga uso de esas falsas acusaciones “para posibles ataques rusos de falsa bandera, de los que el Kremlin culparía posteriormente a Ucrania”.
“Rusia utiliza las mentiras y las falsas acusaciones para encubrir sus propios crímenes”, afirmó el funcionario polaco. Y concluyó: “La actividad propagandística de los funcionarios rusos que ocupan altos cargos diplomáticos es una prueba más de que la política exterior de Rusia está controlada por sus servicios especiales y que la diplomacia es utilizada por ellos para librar una guerra de información contra Occidente”.
Luego de que Ucrania negara tajantemente las acusaciones de Rusia, este lunes el Kremlin reiteró sus dichos y dijo que la amenaza del posible uso de una “bomba sucia” por parte de Kiev es “real”.
El argumento de Moscú es que Kiev utilizaría esas bombas en el marco del conflicto armado para luego culpar y responsabilizar de ello a las tropas invasoras.
“El que haya desconfianza hacia la información proporcionada por la parte rusa no significa que la amenaza del uso de una ‘bomba sucia’ no exista. La amenaza es real”, declaró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
El gobierno de Volodimir Zelensky desmintió en conversaciones con Estados Unidos y Francia las acusaciones de Rusia. Aclaró, además, que todas sus instalaciones están abiertas para cualquier inspección que se pretenda realizar.
El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, mantuvo una charla con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken. Según indicó el jefe de la diplomacia ucraniana en sus redes sociales, y en línea con lo expuesto este martes por Żaryn, ambos coincidieron en que “la campaña de desinformación de Rusia sobre la ‘bomba sucia’ podría tener como objetivo crear un pretexto para una operación de falsa bandera”.
El presidente Joe Biden también se pronunció este martes sobre las acusaciones rusas. Cuando los periodistas le preguntaron si cree que las tropas de Putin están preparando un ataque con bomba sucia del que luego culparía a Ucrania, el jefe de Estado advirtió que Moscú “estaría cometiendo un error increíblemente grave si usara un arma nuclear táctica”.
“A diferencia de Moscú, Ucrania siempre ha sido extremadamente responsable en cuestiones de seguridad nuclear. Todas nuestras instalaciones nucleares están abiertas al OIEA. Es fácil confirmar que las declaraciones rusas son un disparate”, dijo, por su parte, el ministro de Defensa ucraniano, Oleksyi Reznikov.
Ante el pedido de Kiev, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) visitará en los próximos días dos instalaciones nucleares de Ucrania, con el objetivo de “detectar cualquier posible actividad y material no declarados”. El director de la agencia de la ONU, Rafael Grossi, recordó que la organización visitó una de esas instalaciones hace un mes y constató que no había ningún indicio sobre presuntas irregularidades: “No se encontraron actividades o material sin declarar”.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se sumó a las condenas internacionales al asegurar que los aliados “rechazan” las acusaciones de Rusia, e instó al régimen de Putin a no utilizarlas “como pretexto para una escalada” del conflicto.
Pese a la contundente cadena de rechazos por parte de Occidente, el Kremlin mantuvo su postura y desafió a los aliados de Kiev. “Es asunto suyo si se lo creen o no”, comentó Peskov.
También conocida como arma radiológica, la bomba sucia es un explosivo convencional, como por ejemplo la dinamita, enriquecido con material radiactivo que se disemina al estallar el explosivo, siguiendo una doctrina de uso similar a la de las armas químicas.
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