El presidente ruso, Vladimir Putin, instó el martes a su gobierno a que reduzca la burocracia para producir suficientes armas y suministros para alimentar la guerra en Ucrania, donde la contraofensiva ucraniana provista de armas de Occidente ha hecho retroceder a las fuerzas rusas.
Por otra parte, las autoridades ucranianas pidieron a sus ciudadanos expatriados que no vuelvan a sus casas porque ello pondría más presión sobre la infraestructura energética del país, mientras que los países occidentales debaten cómo reconstruir a Ucrania cuando termine la guerra.
Las carencias del ejército ruso a lo largo de los ocho meses de guerra han sido tan pronunciadas que Putin tuvo que crear un órgano para tratar de solucionarlas. El martes presidió un nuevo comité destinado a acelerar la producción y entrega de armas y suministros para los soldados rusos, y subrayó la necesidad de “ganar tiempo en todas las áreas”.
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Los reportes de prensa rusos han reconocido que muchos de los convocados por la movilización de reservistas ordenada por Putin no han recibido equipamiento básico, como botiquines y chalecos blindados, y han tenido que conseguirlos ellos mismos.
Otros reportes indican que los soldados rusos se ven obligados con cada vez mayor frecuencia a utilizar equipos viejos y a veces poco fiables, y que algunos de los efectivos recién movilizados son llevados al frente de guerra con poco entrenamiento. La semana pasada, Putin intentó mostrar que todo marchaba sin problemas cuando visitó un campo de entrenamiento en Rusia en donde se le mostraron soldados bien equipados.
Según el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña, es probable que Rusia utilice un gran número de drones para intentar penetrar las defensas aéreas ucranianas y reemplazar las armas de precisión de largo alcance de fabricación rusa que son cada vez más escasas.
“La munición de artillería (de Rusia) se está agotando”, señala el parte británico del martes.
Por su parte, el Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, agregó que “el ritmo más lento de los ataques rusos áereos, con misiles y con drones refleja posiblemente la reducción de los arsenales de misiles y drones, y la eficacia limitada de sus ataques para conseguir los objetivos militares estratégicos rusos”.
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El ejército ruso ha conseguido causar graves daños y bajas, y ha arruinado casas, edificios públicos y la red eléctrica de Ucrania. El Banco Mundial calcula que los daños a Ucrania suman hasta ahora 350.000 millones de euros.
Los ataques rusos más recientes se han enfocado principalmente en las instalaciones energéticas de Ucrania, en particular en las de generación y transmisión de electricidad. La falta de luz es tal que la viceprimera ministra ucraniana Irina Vereshchuk pidió el martes a los ciudadanos que viven en el extranjero que no regresen al país este invierno para evitar aumentar la presión sobre la red eléctrica.
“Necesitamos sobrevivir al invierno pero, desafortunadamente, las redes (eléctricas) no sobrevivirán”, dijo en declaraciones a la televisión ucraniana. “Entendemos que la situación sólo va a empeorar, y este invierno necesitamos sobrevivir”.
En Berlín, líderes de la Unión Europea convocaron a expertos para trabajar en un “nuevo Plan Marshall” para la reconstrucción de Ucrania, una referencia al proyecto impulsado por Estados Unidos que ayudó a reactivar las economías de Europa occidental después de la Segunda Guerra Mundial.
El canciller alemán Olaf Scholz dijo que la reunión aborda “cómo garantizar y cómo sostener el financiamiento para la recuperación, reconstrucción y modernización de Ucrania para las próximas décadas”.
(Con información de AP)
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