El presidente de Alemania llegó a Kiev el martes en su primera visita a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, un viaje que se produce en medio de las advertencias infundadas de Moscú de un ataque con “bombas sucias” mientras el conflicto entra en su noveno mes.
Frank-Walter Steinmeier dijo a su llegada a la ciudad que “era importante para mí, en esta fase de los ataques aéreos con drones, misiles de crucero y proyectiles enviar una señal de solidaridad a los ucranianos”, reportó la agencia noticiosa alemana dpa.
La vocera de Steinmeier, Cerstin Gammelin, publicó una imagen de él en Kiev el martes. “Nuestra solidaridad es inquebrantable y seguirá siéndolo”, tuiteó.
Era la tercera vez que el presidente alemán, cuyo cargo es principalmente ceremonial, intentaba viajar al país.
Tenía previsto visitar el país en abril con sus homólogos polaco y bálticos, pero dijo que su presencia “aparentemente (...) no era deseada en Kiev”. Steinmeier ha sido criticado en Ucrania por su supuesta complicidad con Rusia durante su etapa como ministro de Exteriores.
La semana pasada, se aplazó el viaje que tenía planeado por motivos de seguridad.
La visita de Steinmeier se produce mientras los ucranianos se preparan para enfrentar un invierno con menos energía eléctrica luego de los constantes ataques rusos contra su infraestructura en las últimas semanas. Los residentes de Mykolaiv, una ciudad del sur del país, hicieron fila para conseguir agua y suministros básicos el martes mientras las fuerzas ucranianas avanzaban sobre la ciudad vecina de Jersón, ocupada por las tropas del Kremlin.
Las autoridades ucranianas han tratado de disipar el temor de la población al uso de drones iraníes por parte de Rusia contra la infraestructura y afirmaron que el lunes tuvieron más éxito en su derribo.
Las fuerzas ucranianas han interceptado más de dos tercios de los aproximadamente 330 aviones no tripulados Shahed que Rusia disparó hasta el sábado, explicó el jefe del servicio de inteligencia ucraniano, Kyrylo Budanov, el lunes. Según el funcionario, el ejército de Moscú ha encargado unos 1.700 drones de diferentes tipos y está desplegando un segundo lote de unos 300 Shahed.
Aunque Rusia e Irán niegan que se hayan utilizado drones de fabricación iraní, los Shahed-136, con su característica forma triangular, han llovido sobre civiles en Kiev y en otras partes del país.
Según el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña, es probable que Rusia utilice un gran número de drones para intentar penetrar las “cada vez más eficaces defensas aéreas ucranianas”, para reemplazar las armas de precisión de largo alcance de fabricación rusa “que son cada vez más escasas”.
“La munición de artillería (de Rusia) se está agotando”, apuntó el parte británico el martes.
Por su parte, el Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, agregó que “el ritmo más lento de los ataques aéreos rusos con misiles y drones refleja posiblemente la reducción de los arsenales de misiles y drones y la eficacia limitada de los ataques para conseguir los objetivos militares estratégicos rusos”.
Pese al descenso en el número de ataques, al menos siete civiles fallecieron y otros tres resultaron heridos en los últimos bombardeos de Moscú sobre la provincia oriental de Donetsk, reportó la oficina presidencial ucraniana el martes.
Los ataques se producen mientras los rusos presionaban en su ofensiva sobre las localidades estratégicas de Bakhmut y Avdiivka, y atacaban otras áreas en Donetsk, que forma parte del corazón industrial de Ucrania, la región del Donbás.
(con información de AP)
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