El responsable de la región de Mediterráneo Oriental en la Organización Mundial de la Salud está “muy consternado” por las acusaciones reportadas la semana pasada por The Associated Press sobre que la directora de la agencia de salud de la ONU en Siria malversó millones de dólares, abusó del personal e incumplió los protocolos de la propia organización contra el COVID-19 cuando la pandemia golpeaba el país devastado por la guerra, según un email interno.
En un mensaje el viernes a todos los empleados en Oriente Medio, el doctor Ahmed Salim Al-Mandhari dijo que “las acusaciones tienen un impacto negativo en la gente de Siria, a la que tratamos de servir”.
Dos miembros del departamento de ética de la OMS en Ginebra, incluido su director, visitaban esta semana la sede de la agencia en el Mediterráneo Oriental, situada en El Cairo y de la que depende la oficina de Siria.
“El propósito de esta visita es aumentar la concienciación, a través de varias sesiones, sobre la conducta, principios, valores y expectativas éticas”, indicó un correo al personal enviado en nombre del director de operaciones de la OMS en El Cairo.
AP publicó el jueves una investigación basada en más de 100 emails y documentos confidenciales de Naciones Unidas y otros materiales, que mostraban que trabajadores de la OMS habían dicho a los investigadores que la representante de la agencia en Siria, la doctora Akjemal Magtymova, había mostrado un comportamiento abusivo, presionó a personal de la OMS para firmar contratos con políticos de alto nivel del gobierno sirio y agasajó a miembros del gobierno con regalos.
Magtymova describió las acusaciones como “difamatorias” y rechazó hacer más comentarios.
Las denuncias de más de una docena de empleados de la OMS han dado pie a una de las mayores pesquisas internas de la organización en años, con más de 20 investigadores.
“Mientras prosigue la investigación, ya hemos tomado acciones atenuantes”, dijo Al-Mandhari en su mensaje al personal, en referencia al nombramiento de un representante en funciones para Siria el pasado mayo. “También hemos informado a nuestros socios donantes de forma proactiva sobre la investigación en curso”. Aun así, Magtymova permanece en su puesto y recibe su salario de directora.
Aunque había rumores de corrupción en la delegación siria de Naciones Unidas desde hacía años, el reporte de AP mostró “que son más extremos de lo que pensamos jamás”, dijo Karam Shaar, experto en Siria del Middle East Institute, con sede en Washington.
“Lo que supuestamente ocurrió en la oficina de Siria de la OMS es especialmente escandaloso porque los sirios nunca han sido más vulnerables que en este momento”, dijo Shaar. “Es exactamente en este momento cuando la OMS debería ser responsable, pero nunca habíamos visto acusaciones tan serias de ninguna otra agencia de la ONU. Los cargos contra la OMS son de lejos los peores”.
El sistema de salud sirio ha quedado devastado por más de una década de guerra y hace años que el país depende casi en exclusiva de la ayuda humanitaria. Casi el 90% de la población vive en la pobreza y más de 7 millones de personas se han visto desplazadas por el conflicto.
(con información de AP)
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