La salida forzada del expresidente chino Hu Jintao del congreso del Partido Comunista muestra hasta qué punto los dirigentes del país se han vuelto “despiadados”, declaró el lunes en Tokio el artista disidente Ai Weiwei.
En declaraciones realizadas al día siguiente de que Xi Jinping fuese reelegido para un tercer mandato al frente del Partido Comunista de China, Ai Weiwei, que vive en Europa desde 2015, describió a su manera el momento en el que Hu Jintao (79 años) fue acompañado, contra su voluntad, hacia la salida durante la ceremonia de clausura del congreso, el sábado en Beijing.
“Se parece mucho a un fotomontaje” porque “nadie se mueve ni parpadea. Simplemente, le obligan a salir. Pero eso muestra cuán despiadados son los altos dirigentes del gobierno central”, afirmó Ai Weiwei.
Ese momento “muestra la profunda realidad del núcleo de la sociedad comunista” y es “un muy pequeño vistazo” a “la continua lucha interna por el poder” en el Partido Comunista de China (PCCh) desde su fundación en 1921, dijo Ai en una rueda de prensa celebrada este lunes en el Club de Corresponsales Extranjeros de Japón.
“Una gran nación -1.400 millones de personas- está controlada por un grupo de gente que no tiene ningún respeto, no solo por las reglas, sino que realmente no tiene ni sentimientos personales ni emociones ni amistad ni [ganas] de preocuparse un poco” por la gente.
Ai comparó el momento con una partida de póker en la que los miembros del partido eran los jugadores poniendo sus caras de póker. “Desde mi punto de vista esa lucha nunca se detiene, en ninguna generación”, continúo el activista, que dijo sobre la nueva composición del partido único, de personas más afines y leales a Xi, que está destinada a “asegurar que su agenda política continuará”.
La permanencia de Xi en el poder, que se aseguró este domingo un tercer mandado sin precedentes al frente del partido único chino, “supone también su supervivencia”.
“Si cae va a estar realmente en problemas”, dijo Ai Weiwei, teniendo en cuenta que ha usado la corrupción como herramienta para purgar “selectivamente” a 4.000 o 5.000 funcionarios y a más de un centenar de generales, “gente que no le gustaba”, lo que convierte su potencial salida en “peligrosa para él y para la sociedad china”.
Ai Weiwei, de 65 años e hijo de un poeta venerado por los antiguos dirigentes comunistas, participó como arquitecto en el diseño del famoso estadio “Nido de pájaro” construido para los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008. Pero cayó en desgracia al criticar al gobierno chino y en 2011 estuvo 81 días encarcelado. Cuatro años después, se instaló en Alemania.
El artista declaró que los dirigentes chinos “ya no se preocupan tanto” por mejorar la economía y que, más bien, “quieren reinterpretar el orden mundial”.
“No solo China sino también Rusia, [el presidente ruso, Vladimir] Putin también lo ha mencionado. No les gusta el modo en que ha diseñado el juego Occidente, que también tiene muchos problemas”, apuntó el artista disidente.
(Con información de AFP y EFE)
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